Las previsiones meteorológicas añaden incertidumbre al Gran Premio de Brasil 2025. Con un sesenta por ciento de probabilidad de lluvia para el sábado y un cuarenta para el domingo, Max Verstappen se prepara para regresar al trazado de Interlagos, escenario de una de las mayores gestas de su carrera. Doce meses atrás, el neerlandés firmó una remontada inolvidable bajo el diluvio, partiendo desde la novena fila por sanción y cruzando la meta en primera posición tras una exhibición que todavía resuena en el paddock.
Aquella victoria bajo el agua consolidó la imagen de Verstappen como un maestro en condiciones cambiantes, pero la situación actual es muy distinta. McLaren llega a São Paulo como la referencia del campeonato y con un monoplaza, el MCL39, que destaca por su gestión del sobrecalentamiento de los neumáticos. Si la lluvia hace acto de presencia y las condiciones obligan a usar compuestos intermedios, Lando Norris y Oscar Piastri podrían tener una ligera ventaja estratégica frente al neerlandés.
La clasificación volverá a ser clave, incluso en un circuito tan propicio para los adelantamientos como Interlagos. Rodar en aire limpio será esencial para explotar el potencial de los coches, que ya están en la recta final de su desarrollo. Verstappen llega a Brasil con 36 puntos de desventaja respecto a Norris, líder del Mundial tras su triunfo en México. La necesidad de responder es total: un mal resultado podría dejar al tricampeón prácticamente sin opciones de título a falta de solo 83 puntos en juego tras São Paulo.
Las casas de apuestas mantienen a Max como favorito tanto para la carrera sprint como para el Gran Premio, aunque buena parte de esa confianza tiene un componente emocional. La realidad es que el equilibrio entre McLaren y Red Bull será mínimo, y gran parte de la batalla se decidirá el viernes por la mañana, en la única sesión de entrenamientos libres disponible para afinar el setup antes de la clasificación sprint. Interlagos, con su combinación de curvas lentas y medias, pondrá a prueba la capacidad de los ingenieros para encontrar el punto ideal entre carga aerodinámica y velocidad punta.
Otro factor decisivo será la gestión de las unidades de potencia. El largo tramo con el acelerador a fondo desde la salida de Junção hasta la primera curva exigirá el máximo a los motores. Tanto McLaren como Red Bull llegan a esta cita convencidos de poder completar la temporada con las cuatro unidades permitidas. En un campeonato tan ajustado, una penalización por montar una quinta podría ser fatal. Con todo, si el cielo se abre sobre São Paulo y la lluvia aparece, nadie duda de que Verstappen volverá a ser el gran favorito.