El Gran Premio de Austin marca un momento clave para Red Bull, que estrena un esperado paquete de mejoras en su monoplaza. Tras varias semanas sin carreras, el equipo liderado por Christian Horner ha estado trabajando en las lecciones aprendidas en Monza y Bakú, y Max Verstappen espera que las modificaciones permitan un mejor rendimiento en el Circuito de las Américas.
"Hemos cambiado cosas del coche, que esperamos que también hagan que rinda mejor en este circuito. Veremos si eso nos permite volver a ser un poco más competitivos cuando salgamos a la pista", comentó Verstappen, quien sabe que este fin de semana será "agitado" debido al formato sprint, que incluye una carrera corta y un solo entrenamiento antes de las sesiones importantes.
El piloto neerlandés, que acumula buenos recuerdos en Austin, también señaló que el formato sprint de este año ofrece una ventaja para los equipos que introducen nuevas piezas, ya que permite ajustar la configuración del coche después de la carrera sprint y antes de la clasificación del sábado.
Por su parte, Sergio Pérez también está optimista tras el parón, habiendo entrenado en México y estado en contacto con el equipo. "Durante el parón hemos hecho ajustes en el coche para mejorar el ritmo, en Austin veremos lo competitivos que somos con él", afirmó el mexicano, destacando el trabajo en equipo como una fortaleza clave de Red Bull.
Con seis carreras restantes en la temporada, Austin será crucial para ver si Red Bull logra recuperar terreno frente a sus competidores, especialmente en el apretado calendario que resta.