La primera jornada en Hungría ha terminado con la clasificación de la categoría de plata. Desde que los coches abandonaron la calle de boxes, los comisarios no tardaron demasiado tiempo en anular vueltas cronometradas, ya que los pilotos superaron los límites de la pista y este fue el caso de Daruvala, Vips, Nissany, Beckmann y Doohan.
Al final de la primera tanda, Frederik Vesti había marcado el tiempo más veloz, con una ventaja de 21 milésimas sobre Drugovich y 33 sobre Théo Pourchaire. Cabe destacar que hubo 9 pilotos que estuvieron en el margen de medio segundo, por lo que cualquiera podía aspirar a la pole position hoy. Cuando todos regresaron al pit lane para cambiar los neumáticos y analizar las telemetrías, el primero que regresó a la pista fue Olli Caldwell. El piloto de Campos Racing había aprovechado la oportunidad de que el circuito estaba vacío para marcar un tiempo realmente competitivo, lo que le sirvió para pasar del puesto 16 al primero.
Con el trabajo hecho, Caldwell volvió a su garaje y los demás fueron los encargados en dejarse la piel para conseguir el mejor resultado posible. En los dos intentos con gomas nuevas, hubo numerosos cambios en el Top 10. Ayumu Iwasa estaba noveno al principio, pero fue ganando confianza con el paso de las vueltas, su competitividad aumentaba y la distancia con el líder se iba reduciendo drásticamente. De primeras, había estado a medio segundo, luego a dos décimas y finalmente dio un fuerte golpe sobre la mesa. El japonés sacó a la luz todo el rendimiento de su DAMS y de sí mismo para arrebatar el liderato a Marcus Armstrong por una diferencia abismal, casi cuatro décimas de segundo, una manera extraordinaria de lograr su primera pole en Fórmula 2.
Por detrás del poleman, Armstrong finalizó segundo, Drugovich fue tercero, Pourchaire cuarto, Sargeant quinto, Vips sexto, Vesti séptimo, Hauger octavo, Fittipaldi noveno y Jack Doohan ha calificado en décima posición.