Después de lograr un brillante podio en Monza, Pepe Martí afronta este fin de semana la duodécima cita de la Fórmula 2 en el circuito urbano de Bakú. El piloto del Red Bull Junior Team llega consolidado en el top-6 del campeonato y con la motivación de prolongar la buena racha que mantiene desde antes del parón veraniego.
El trazado de Azerbaiyán es uno de los más singulares del calendario. Sus largas rectas —la principal supera los 2 kilómetros— contrastan con la zona estrecha y técnica que discurre por el casco histórico. Rebufos, frenadas al límite y oportunidades constantes, pero también riesgos, caracterizan a Bakú.
Martí ya sabe lo que implica correr allí. En 2024, en su debut, protagonizó un accidente espectacular en la salida de la carrera larga al chocar contra un rival detenido en la parrilla. Varios pilotos no pudieron esquivarlo y su monoplaza llegó a volcar, aunque el catalán salió ileso. Aquella experiencia, pese a lo complicado del fin de semana, le dejó claro que Bakú es un circuito de oportunidades en condiciones cambiantes.
La cita de este año llega además con un componente estratégico: tras Bakú, la Fórmula 2 vivirá un parón de casi dos meses antes del cierre con las rondas de Catar y Abu Dhabi, donde se decidirán las posiciones finales del campeonato.
“El año pasado Bakú fue un fin de semana complicado para nosotros. Tuvimos ese accidente tan espectacular y esa salida tan dura, pero a pesar de eso el circuito me gustó mucho. Las condiciones cambiantes nos obligaron a mantener la concentración y espero que esta vez sea parecido en cuanto al reto, pero con mejores resultados. Venimos de un buen resultado en Monza y siento que podemos seguir en esta línea de trabajo y lograr más puntos. En clasificación dimos un paso adelante, aunque algunas banderas rojas no nos permitieron reflejarlo del todo. Este fin de semana quiero terminar de la mejor forma posible antes del largo parón y encarar con fuerza el doblete final”, señaló Martí.