La lluvia caída en los últimos compases de los Libres 1 de F1 provocó que los pilotos de F3 tuvieran que disputar la primera parte de la clasificación con los neumáticos de mojado. Como el asfalto estaba resbaladizo en todo el circuito, el reto para los pilotos era encontrar el equilibrio entre una conducción suave y también buscar los límites para obtener un tiempo competitivo.
En estas condiciones difíciles, cualquier error se pagaba caro y el que lo comprobó de primera mano fue Jak Crawford. El piloto de Prema perdió el control de su monoplaza y en el momento que intentó volver a la trazada, aceleró más de lo que debía y quedó atrapado en la escapatoria de grava, causando un periodo de bandera roja.
Una vez los coches abandonaron la calle de boxes, los pilotos fueron valientes a la hora de montar las gomas de seco, a pesar de que el agarre brillaba por su ausencia y aún se levantaba spray. Con el paso de las vueltas, la pista estaba menos mojada y los pilotos ganaron confianza rápidamente, lo que se tradujo en registros cada vez más competitivos. Roman Stanek había sido el más rápido en los últimos minutos y era uno de los firmes candidatos a la pole, pero Maloney dio la sorpresa y le arrebató el primer puesto a su compañero de equipo en el último suspiro.
Cuando la mayoría de pilotos había completado su vuelta final, parecía que todo estaba decidido, pero no fue así en absoluto. Aunque Caio Collet estaba en decimonoveno puesto, fue capaz de mejorar en los tres sectores y escaló hasta lo más alto de la tabla, una verdadera hazaña para cerrar la clasificación. Por detrás del poleman, Maloney finalizó segundo, seguido por Pizzi, Goethe, los Trident de Stanek y Edgar, Smolyar, Bearman, Colapinto, Correa y los Carlin de Benavides y O'Sullivan, que partirá desde el primer puesto en la sprint de mañana. En cuanto a los españoles, Pepe Martí acabó decimoséptimo, a menos de tres décimas del duodécimo lugar, mientras que David Vidales concluyó en decimoctava posición.