Tras varios años de ausencia, el mundial de resistencia vuelve a Nurburgring. Aunque no se vaya a correr en el Nordschleife, será inevitable volver a recordar al gran Stefan Bellof y su estratosférica vuelta rápida en el mítico trazado alemán.
Corría el año 1983, Stefan había fichado por el equipo Rothmans-Porsche para pilotar el 956 junto con Derek Bell en el WSC. Ese año iba a alternar el WSC con la Fórmula 2, certamen en el que la temporada anterior había ganado 2 carreras y quedado en 4ª posición en el campeonato. Ese año los resultados en F2 no le acompañaban, pero la victoria en los 1000 km de Silverstone compensaba la balanza.
Aún faltaban unos meses para que llegase el test en McLaren junto a Senna y Brundle. Todavía faltaba un año para que se proclamase campeón del WSC y aún no había incendiado el mundo de la F1 con esa excepcional carrera con Tyrrell bajo la lluvia en Mónaco 1984. Y todavía faltaban dos años para que intentase ese maldito adelantamiento a Jacky Ickx en Eau Rouge que le costaría la vida.
Los 1000 km de Nürburgring eran la carrera de casa para Porsche y la última prueba antes de enfrentarse a las 24 horas de Le Mans. Los grandes favoritos para la victoria eran los Rothmans-Porsche #1 y #2 “oficiales” de Ickx/Mass y Bell/Bellof. Aparte de la incuestionable calidad de sus pilotos, sus dos unidades contaban con 20 kilos menos de peso, un motor algo más potente y una suspensión mejorada. Los rivales eran el Joest Racing con un Porsche 956 y con Wollek y Johansson como pilotos, el Canon Porsche con otro 956 y con el recién llegado Rosberg junto con Lammers y Palmer y el Lancia LC1 de Larrauri/Sigala.
El sábado por la mañana y con el compuesto de carrera, Ickx rodó en 6:27.3, mientras que el compañero de Bellof, Derek Bell lo hizo en 6:31.6. Ya por la tarde y con los neumáticos de calificación de Dunlop, Jochen Mass logró un gran 6:16.8 a lo que Bellof replicó con una vuelta que pasaría para siempre a la historia, parando el crono en un increíble 6:11.1; logrando el récord de vuelta no oficioso del circuito, con una media de velocidad de 202.056 km/ph. Ninguno de los demás Porsche fueron capaces de acercarse a ese tiempo; Wollek lo hizo en 6:31.5 y Rosberg en 6:39.5, muy lejos del tiempo del joven alemán.
Stefan Bellof poseía una velocidad y un talento natural que hacían recordar a pilotos como Jim Clark o Jochen Rindt. Pese a ser piloto de Resistencia siempre corría a tope, algo que descolocaba a sus rivales más experimentados.
Con los dos grandes favoritos en las dos primeras posiciones de la salida, la consigna del Norbert Singer era la de rodar en carrera en 6:45 por vuelta para ahorrar gasolina e ir distanciándose poco a poco de sus rivales. Además, la lluvia intermitente hacía que la pista estuviese todavía más delicada. Bellof ignoró por completo las órdenes de su jefe de equipo, rodando a tope y distanciándose unos 5 segundos por vuelta de Mass. El resto estaba ya a un mundo de los líderes.
Ickx y Bell tomaron el relevo de sus compañeros ya con la pista casi seca y el belga comenzó a coger poco a poco al Porsche #2. Cuando Bellof volvió de nuevo al coche estaba enfurecido; toda la ventaja se había esfumado. Entonces comenzó a rodar con el pié a tabla, dispuesto a poner de nuevo tierra de por medio. Mass era incapaz de detenerle y cada vuelta paso por vuelta lo tenía más y más lejos. Bellof marcó la vuelta rápida en carrera en 6:25.9, logrando el récord del circuito que todavía conserva hoy en día.
Sin embargo, Bellof lejos de contentarse con los 29 segundos que le endosaba a su compañero Jochen Mass, siguió apretando como si estuviese en calificación hasta que perdió el control del su Porsche 956 en Pflanzgarten, chocando violentamente contra las barreras a más de 250 km/h. Por suerte, Stefan salió ileso del accidente; en un mismo fin de semana había alcanzado la gloria al batir el record de vuelta y también había perdido la carrera por un estúpido accidente.
Unas vueltas más tarde, debido a un grave accidente la carrera se detuvo durante dos horas, reanudándose más tarde. La victoria acabó yendo a parar al Rothmans-Porsche #1 de Ickx/Mass no sin antes pasar un rosario de problemas mecánicos para poder llevarse la prueba. Por detrás y en la misma vuelta llegó el Joest Racing de Wollek/Johansson y en tercera plaza Canon Racing de Rosberg/Lammers/Palmer. EL WSC jamás volvería a correr allí.
En 2013, el circuito de Nürburgring decidió homenajear a Stefan Bellof, poniendo su nombre a una S en la zona de Pflanzgarten. Aquel 28 de Mayo de 1983 será recordado para siempre por la gran hazaña conseguida de Bellof y por su irrepetible forma de pilotar aquellos inolvidables Grupos C.