A falta de menos 30 de finalizar el GP de Indianápolis, James Hinchcliffe soltó un extraño comentario por radio; “oh my god”. Seguidamente detenía su vehículo en las escapatorias del circuito. Lo que en principio parecía que podría tratarse de un fallo en suspensión o rotura de la caja de cambios se descartó cuando las asistencias médicas aparecieron junto a él, sacándole del coche y evacuándolo en camilla con aparente gesto de sufrimiento.
Las dudas se disiparon cuando las repeticiones mostraban como un gran trozo de alerón impactaba directamente sobre el casco de James, lo que le dejó mareado impidiéndole continuar en carrera. Afortunadamente el ver a James consciente y siendo evacuado hizo que se disiparan algunos temores.
El piloto fue trasladado al hospital donde se le realizaron exámenes médicos, con resultado positivo. Sin embargo, tendrá que ser sometido a una nueva evaluación para poder competir, perdiéndose los primeros test sobre el óvalo que darán comienzo hoy mismo. Su lugar en el equipo Andretti será ocupado por el venezolano Ernesto José Viso.