Pecco Bagnaia vivió en Le Mans uno de los fines de semana más duros de su carrera. El piloto de Ducati encadenó dos caídas consecutivas en la curva 3, tanto en la sprint del sábado como en la carrera larga del domingo, y cerró el Gran Premio de Francia con un doble cero que le aleja de la lucha por el campeonato.
Visiblemente frustrado, Bagnaia no escondió su malestar: “Es la primera vez que hago dos ceros en un mismo fin de semana. En mojado, esta moto no me da ningún feedback, y eso me supera. Iba fuerte, pero sigo sin tener feeling delante”, explicó tras finalizar 16º con una moto dañada y sin ritmo.
El italiano aseguró que su estrategia de carrera era la correcta, y que solo Johann Zarco optó por una similar. Sin embargo, los problemas técnicos tras la caída le impidieron siquiera intentar la remontada: “La leva del cambio estaba medio bloqueada, las marchas entraban cuando querían… Al final, nada ha funcionado”.
Más allá del accidente, lo que realmente preocupa a Bagnaia es la pérdida total de sensaciones con su Ducati: “No sé dónde está el límite. Antes sentía la goma, los movimientos… Este año, nada. Me caigo sin previo aviso. Y yo soy de los que necesita sentir para poder apretar”.
Lejos de buscar excusas, Bagnaia rechazó hablar de mala suerte y prefirió centrarse en el fondo del problema: “No creo en la fortuna o el infortunio. Esto es así. Es un momento difícil, ya está”. Aun así, valoró el trabajo de Ducati, asegurando que el equipo está buscando soluciones junto a él, aunque la situación sea compleja también para los ingenieros.