Ni la presión de pilotaje ni la de las gomas ha podido evitar el hecho que ya viene siendo común durante esta primera parte de la temporada. Marc Márquez ha ganado la carrera corta del fin de semana en Brno a 10 vueltas pese a los problemas de Ducati en términos de presión de neumáticos y sigue con su racha estelar en lo sábados, donde solo ha fallado en uno de doce.
El de Ducati ha salido de la segunda posición solo por detrás de su compañero Pecco Bagnaia, y tan solo tres curvas después de la bandera verde, el de Cervera ya lideraba la prueba. Por su parte Bagnaia le ha seguido la estela a Marc hasta que a media carrera, ambos han sufrido con las presiones y se han visto obligados a dejar pasar a los pilotos de detrás para pegarse a sus ruedas y cumplir con las 3 vueltas de presión mínima y evitar ser penalizados.
Al 63 le salió muy mal la jugada, ya que, al dejar pasar, perdió 4 puestos desde la segunda hasta la sexta posición, donde no recuperó el ritmo y acabó perdiendo otra más ante Raúl Fernández para cruzar meta en la séptima posición. El 93 por su parte, si que logró realizar la maniobra con éxito. Mientras rodaba líder, solo tuvo que dejar pasar a Pedro Acosta y seguirle de cerca, hasta que, a falta de una vuelta y media del final, le pegó un hachazo a Acosta para recuperar la primera en un cambio de dirección inesperado y ganar la carrera.
Gran actuación de los pilotos de KTM ante la mirada atenta desde el box de su nuevo CEO. Pedro Acosta y Enea Bastianini ocuparon la segunda y tercera posición del podio para confirmar las buenas sensaciones y el ritmo favorable que la moto alemana parecer haber encontrado en Brno. Por detrás, Pol Espargaró, sustituyendo a Maverick Viñales finalizó en una meritoria novena posición y sumando puntos pese a no rodar competitivamente durante el año.