Las radios parece que encallan su entrada en vigor y funcionamiento dentro del ecosistema MotoGP. Tras múltiples pruebas, la herramienta de comunicación entre pilotos y equipo mientras el primero se encuentra en pista, sigue siendo más una molestia y un escollo que algo útil que los motociclistas están dispuestos a utilizar.
Ayer en el test que se llevó a cabo en el circuito de MotorLand en Aragón, se volvió a realizar una prueba, y aunque parece que esta nueva versión gusta más en el paddock, sigue generando un mar de dudas y división de opiniones entre los pilotos. Los encargados de testear el producto fueron 4: Alex Márquez, Johann Zarco, Brad Binder y Lorenzo Savadori.
El que se mostró más positivo post prueba fue el surafricano Brad Binder, que dijo lo siguiente: "Han hecho un trabajo tremendo. Independientemente de cómo estés conduciendo, incluso en la recta, escuchas el mensaje de forma super clara. Funciona super bien. Es la primera vez que lo pruebo y me impresionó mucho". En su defecto, a quién menos le gustó fue al veterano francés Johann Zarco, que comentaba tras bajar de su moto: "Cuando voy a más de 300 por hora, mi casco se va para arriba y el emisor no contacta con el hueso. A veces escuchaba; y otras veces, no. La sensación no es agradable. Lo mejor sería hacer lo mismo que en la F1, o sea, con auriculares que vayan dentro de la oreja".
La versión que se probó ayer es el primer paso, en el que se plantea la radio como un elemento unidireccional en que los pilotos puedan oír las indicaciones tanto de director de carrera como de su equipo. Un dispositivo integrado en el casco hace que a través de vibración ósea los mensajes lleguen a los pilotos mediante el maxilar y la mandíbula, en diferencia de por ejemplo en la F1, donde el elemento es totalmente independiente y va fuera del casco. Para el futuro, hay una hoja de ruta marcada para que este elemento acabara siendo bidireccional para que los pilotos también puedan responder.
La Federación Internacional de Motociclismo tiene la idea de incorporar esta medida de forma obligatoria en uso a partir del curso 2026 alegando que es un suplemento más para la seguridad de los pilotos, pero para ello deberán encontrar una fórmula para hacerlo óptimo, algo que ahora mismo parece lejos a nivel de desarrollo.