La jornada de domingo en Jerez apuntaba a ser una celebración para Marc Márquez, favorito tras su gran ritmo en los entrenamientos y su victoria en la Sprint. Sin embargo, el mayor de los Márquez terminó viviendo un día agridulce: sufría su segunda caída en carrera del año, tras perder el tren delantero de su Desmosedici en la curva 8 durante la tercera vuelta, cuando marchaba en tercera posición.
Esta nueva caída, tras la sufrida en Austin, deja a Marc con un sabor amargo y más preguntas que respuestas. Mientras el error en Texas fue reconocido como suyo, el de Jerez genera incertidumbre en el piloto, que este lunes aprovechará el test colectivo en el trazado andaluz para trabajar junto a Ducati en entender por qué la GP25 se desestabiliza al soltar los frenos en las entradas de curva.
"Lo único que me saca una sonrisa hoy es hablar de Álex", admitió Marc tras la carrera. "Él ha perseguido este sueño desde hace mucho. Ahora podrá decir siempre que ha ganado una carrera de MotoGP". Sobre su caída, el #93 reconoció: "Tengo que entender los errores. Este año me estoy cayendo menos, pero siempre en domingo. Dejé el freno delantero y se me cerró la dirección. Hay que ser autocrítico; si quiero luchar por el Mundial no puedo repetir estos fallos".
A pesar del revolcón, Marc recogió su moto, volvió a pista y consiguió finalizar en duodécima posición, sumando cuatro valiosos puntos que le mantienen muy cerca de su hermano Álex en la clasificación general, separados únicamente por un punto. El multicampeón confía en revertir esta dinámica en las próximas citas del calendario.
