Ni un error en la primera curva pudo frenar a Marc Márquez en su circuito fetiche. El piloto de Ducati, que partía desde la pole, se fue largo nada más apagarse el semáforo, cayendo hasta la sexta plaza en una salida caótica marcada por las condiciones mixtas. Por delante, Marco Bezzecchi tomó la delantera con autoridad, seguido de Morbidelli y Quartararo. Zarco, que partía segundo con una errónea elección de neumático intermedio, se diluyó en los primeros giros.
Márquez, con goma blanda trasera, comenzó entonces una remontada firme y paciente. Se deshizo primero de Di Giannantonio en una intensa lucha, y heredó una posición más tras la caída de Morbidelli en la curva ocho, que acabó con el italiano en la enfermería. Pedro Acosta llegó a inquietar al ocho veces campeón del mundo, pero una salida de pista arruinó sus opciones.
Con solo Bezzecchi y Quartararo por delante, Marc impuso un ritmo infernal. Alcanzó al francés en la décima vuelta y, dos giros después, fue a por la Aprilia del líder. En la penúltima vuelta, lo superó en la frenada, pero Bezzecchi le devolvió la maniobra. Márquez resistió por fuera y acabó consolidando la posición para lanzarse hacia una nueva victoria.
Con esta, ya son diez victorias en once Sprints para un Márquez que volvió a hacer del caos su mejor aliado. Bezzecchi, con su tercer podio consecutivo, fue segundo y Quartararo completó el top 3. Di Giannantonio firmó un sólido cuarto lugar, seguido de Miller, Binder y Zarco, que sólo pudo sacar partido de su neumático medio en los compases finales.
Alex Márquez, aún convaleciente de su lesión en la mano, fue octavo, justo por detrás de Zarco y por delante de un Pedro Acosta que salvó los muebles tras su error. El último puesto del top 10 fue para Fermín Aldeguer. El gran derrotado de la jornada fue Pecco Bagnaia: el vigente campeón nunca encontró ritmo y terminó 12º, muy lejos de la pelea y cada vez más desdibujado en la lucha por el título.