Marc Márquez ha puesto punto final a la mala racha de 581 días sin conseguir una victoria en MotoGP desde que sufrió la grave lesión en su brazo derecho. El de Cervera lo ha hecho en su circuito fetiche, Sachsenring, donde ha ganado de manera consecutiva en las once ocasiones que ha corrido. Tras la carrera, se ha visto a un Márquez muy emocionado por volver a lo alto del podio después de tanto tiempo.
“Sabía que tenía una gran oportunidad. No era fácil a nivel de mentalidad, pero sabía que era el día. Venía a luchar por el podio, pero si se daban las condiciones podía ir a por ello. Cuando vi que caían unas gotas me dije que era mi momento y apreté a tope, asumí riesgos y cuando volvieron a caer cuatro gotas hice mi carrera. Fue duro mantener la concentración porque te viene a la mente todo lo que hemos pasado durante este año. Era una situación difícil, pero ahora vamos a tratar de mantener el mismo nivel”, ha explicado a DAZN el ocho veces campeón del mundo
“Lo necesitaba porque siempre lo he dicho, para mí competir es luchar por algo, luchar por victorias y podios es lo que quiero en el futuro. No estoy ahora para ello. Aquí no he notado la limitación física. Al haber pocas curvas a derecha el brazo no se ha cargado. Desde fuera se ve de otra manera y no se sabe lo que estamos sufriendo. La moto también se adapta bien a este circuito”, ha añadido Márquez.
“En lo personal valoras mucho más lo que hacías antes. Se daba por hecho que había que ganar. Si no ganaba era un desastre. Este tiempo me ha enseñado a valorar otras cosas. Aún no soy el mismo Marc, pero en Mugello y Barcelona ya noté algo de mejora, y aquí mucho más. En Holanda volveremos a sufrir, pero con calma a ver si podemos estar más cerca de los primeros”, ha zanjado el ‘93’.