Yamaha, que está en pleno proceso de recuperación de uno de sus baches más fuertes dentro de su historia en la categoría, intenta ahora descubrir las claves para mejorar su M1.
El nuevo director técnico de la marca nipona, el italiano Max Bartolini desvela cuál cree que es el problema por el que su motor es el que menos rinde de la categoría. Según el italiano, la razón principal es que ‘’el efecto de la aerodinámica se come la potencia del motor’’.
El equipo Yamaha experimentó una bajada de rendimiento después de que su piloto Fabio Quartararo fuera campeón del mundo de la categoría en 2021. Para la temporada 2022, la fábrica decidió apostar por una linealidad conservadora en su motor para seguir apostando por una versión que le había dado tan buen rendimiento, pero para el año siguiente, los resultados cayeron en picado y han tocado techo en el 2024.
Con la reestructuración que han realizado intentarán recuperar terreno respecto a las marcas europeas, que ahora mismo les sacan mucha ventaja tanto a ella como a su compatriota Honda.