En los primeros compases del Gran Premio de Argentina, el español fue víctima de la agresividad de Johann Zarco y terminó volando por los aires, primero, y acto seguido dándose un tremendo castañazo contra el asfalto.
El impacto le provocó una fractura en el radio que le obligó a pasar por el quirófano y que le hizo correr en Austin muy mermado físicamente. A pesar de los fuertes dolores que mitigó a base de antidoloríficos, el corredor de Castellar del Vallès (Barcelona) fue capaz de concluir séptimo y ganó dos semanas más de margen para llegar a Jerez, uno de sus trazados favoritos, menos limitado.
A lo largo de los últimos 15 días, Pedrosa recibió tratamiento fisioterapéutico y ganó movilidad y algo más de fuerza, circunstancia que tuvo su eco el sábado, en la cronometrada, en la que logró terminar con el segundo mejor tiempo y colocarse en la primera línea.
“Lo importante era estar lo más arriba posible. Tan explosivo con la mano así no me veía. Pero las condiciones de la pista me han ayudado a tener más confianza. Estoy contento”, resumió Pedrosa, que desde que compite en la categoría de las motos pesadas acumula tres triunfos en el circuito andaluz.
El catalán admite que será complicado repetir victoria debido a sus condiciones y también a la igualdad que hay entre los pilotos de cabeza.
"Es un reto tan bonito y motivador como difícil. Más que nada por la lesión. Veremos las fuerzas al final. Los tiempos están súper apretados en comparación al año pasado. Va a ser clave el neumático que elijamos, hacerlo trabajar bien, el ritmo y también la salida".
Márquez le señaló como el favorito para el domingo, papel que eludió. Pedrosa, que se infiltrará para la carrera reconoce que esto será determinante.
"Intentaré dar lo mejor. Veremos cuánta ayuda tengo. Está claro que la fuerza me falta. Veremos cómo está la pista y las sensaciones. En las tandas que he podido ir haciendo he visto cosas", zanjó.