Yamaha sigue trabajando intensamente en la optimización de la electrónica de su unidad Magneti Marelli, un proceso que inició hace más de un año con la llegada de Max Bartolini desde Ducati. A pesar de los avances, la marca japonesa aún está rezagada en este apartado frente a sus rivales más directos.
El fichaje de Jack Miller por el equipo Pramac podría ser clave en este desarrollo. Su experiencia con Ducati y KTM le ha dado una visión única sobre la gestión del control de tracción y otros sistemas electrónicos. "Definitivamente, Yamaha puede beneficiarse de mi experiencia", aseguró el australiano.
Aunque Yamaha ha reducido la brecha en velocidad punta, aún queda mucho por hacer en la puesta a punto electrónica. "Nos estamos quedando atrás, pero estamos mucho más cerca que el año pasado", reconoció Miller. La llegada de Pramac como equipo satélite ha permitido acelerar el proceso con más datos y pruebas, algo que Miller considera clave: "Compartimos prácticamente todo, es como si fuéramos un equipo de cuatro pilotos".
Sin embargo, estos avances aún no se han traducido en resultados en la pista. Tras las dos primeras citas de la temporada, Yamaha es última en la clasificación de constructores con solo 13 puntos, y sus dos equipos ocupan las últimas posiciones en la tabla general.