Johann Zarco lideró la mayoría de vueltas durante la primera carrera de la temporada en Qatar, aunque en el tramo final sufrió un problema con los neumáticos que le impidió plantar cara a Dovizioso y Márquez en la lucha por la victoria y se tuvo que conformar con la octava plaza.
El bicampeón de Moto2 estaba siendo hasta ese momento la mejor Yamaha a lo largo del fin de semana, tras lograr la pole y pelear por su primer triunfo en MotoGP. A pesar de no hacerlo, Zarco confía en su actual M1 para conseguirlo a lo largo de 2018.
"Creo que la victoria es posible", afirma tajante el piloto de 27 años. "La moto me da muy buenas sensaciones. Siento que cuando me concentro y saco el 100% de la moto, me permite estar en cabeza y dar el máximo. Por eso realmente creo en ganar".
El francés acabó como mejor rookie en 2017 y pese a sus mensajes y los de su equipo para que Yamaha equiparase este año su montura a la del equipo oficial, los dirigentes nipones decidieron mantener su política y se tuvo que conformar con el prototipo del pasado curso.
Con las puertas de la escuadra oficial cerradas hasta 2020, los de Iwata no descartan darle una moto oficial a Zarco en 2019 –algo fundamental para cumplir con sus aspiraciones de convertirse en campeón del mundo– si bien sería en la formación que tome el relevo del Tech 3.
"El objetivo final en MotoGP, como francés y como meta personal, es pelear por el título y si quieres hacerlo necesitas ganar carreras. Si estamos luchando por él, no lo vamos a dejar pasar, pero tenemos que tener en cuenta que si somos los primeros independientes, esto también es importante. Acabar entre los cinco primeros [del campeonato] también es un paso".
En apenas un año en MotoGP el de Cannes se convirtió en el piloto de su país con mejor palmarés en la categoría, un hecho que espera aprovechar para impulsar el motociclismo en Francia.
"Me doy cuenta de que Francia necesita un ícono. Quiero ser ese ícono y eso me motiva para hacer resultados. Pero me lo tomo con calma porque hay que tener éxito en la pista y si no rindes bien, no hay ícono", concluye Zarco.