Johann Zarco afronta este fin de semana por segunda vez el Gran Premio de Francia de MotoGP en una posición muy diferente la que lo hizo en la primera ocasión. Entonces el de Cannes llegaba como una promesa que empezó a hacerse realidad precisamente en Le Mans.
Allí se metió en primera fila y subió al podio por primera vez en la categoría reina. Desde entonces han llegado cuatro podios más –todos ellos en las seis últimas carreras– y nueve primeras filas en parrilla –ocho de ellas consecutivas en los últimos grandes premios, incluidas dos poles–.
El crecimiento experimentado por el bicampeón de Moto2 es evidente y en vísperas de la carrera de casa incluso se atreve a hablar de ganar.
"El año pasado fue una de las mejores carreras de la temporada, porque en Le Mans obtuve mi primer podio de MotoGP", reconoce. "Me gustaría luchar por la victoria y por lo tanto tengo que estar tranquilo, trabajar bien con el equipo y veremos qué sucederá".
Zarco, que el curso que viene cambiará la Yamaha satélite por la KTM oficial, está a 12 puntos de Márquez en la clasificación de MotoGP y llega tras encontrarse el podio en Jerez a consecuencia del triple abandono de Pedrosa, Lorenzo y Dovizioso y liderar la jornada de test posterior la carrera.
"Estoy muy feliz de venir a mi gran premio de casa siendo segundo del campeonato. Conseguí un bonito, pero afortunado podio en Jerez. Esto me dio una gran motivación para Le Mans".
No obstante, el galo admite que aunque correr delante de sus seguidores es un acicate, este hecho también aumenta la presión.
"Creo que el hecho de que todos nuestros fans estén allí generará más energía positiva. Tal vez también algo de presión, pero la cambiaré por aún más energía positiva", zanja.