Erika Monforte ha sido la primera campeona de la Lady Cup, la copa femenina creada por la NASCAR Whelen EuroSeries dentro de la categoría Elite2 con la intención de que la representación femenina luchase entre ella. Para bien o para mal, la categoría no ha contado con las féminas que se esperaban, quedando esta lucha quizás algo mermada. Sin embargo, el caso de Erika va más allá de lo estrictamente deportivo.
Amante de los deportes, la italiana ha practicado principalmente dos disciplinas, dos que además no suelen ser las más comunes para las chicas, el Kickboxing y el deporte del motor. Erika corre junto a su hermano Simone, contando con la inestimable ayuda de su padre, y además, viajando con el camión por toda Europa con sus dos hijas, porque Erika, pese a tener apenas 25 años, es madre de dos niñas, Matilde y Sofia, que aún no han cumplido los dos años de edad, y que acompañan a su madre a las carreras, provocando sonrisas por del paddock, ya que además son las mayores fans del equipo, siempre conjuntadas con los colores del equipo.
No es algo fuera de lo común ver a hijos de pilotos correteando por el Paddock, pero la familia Monforte ha logrado crear y dar verdadera sensación de un equipo de carreras familiar. Y desde luego, estas niñas van a saber lo que es el Motorsport desde muy temprana edad. Quién sabe si estaremos ante dos pilotos de futuro.