Desde los test de pretemporada, Norris sabía que el MCL60 no estaba a la altura de sus expectativas y esto se terminó de confirmar con lo experimentado en los dos primeros eventos del año. En Yeda, el desafortunado toque contra el muro en la clasificación hizo que comenzara desde el final de la parrilla. Por si no fuera poco, su alerón delantero se dañó por golpear restos de fibra de carbono en la primera vuelta de la carrera, así que tuvo que entrar en boxes para sustituirlo, dejándole al final del pelotón durante la mayor parte de la sesión.
Lando estuvo trabajando en la fábrica de McLaren en las últimas semanas con el fin de intentar ayudar a sus ingenieros para que el monoplaza sea más competitivo en la siguiente cita del campeonato, la cual tiene lugar en Albert Park.
"Tengo ganas de volver a Melbourne para el GP de Australia. Hice mi debut en Fórmula 1 allí en 2019, por lo que es una carrera especial para mí y una en la que puntué con el nuevo diseño del circuito. Después de un fin de semana frustrante en Yeda, estoy emocionado por regresar a la pista para dar más pasos hacia adelante. El enfoque está puesto en mejorar carrera tras carrera, lucharemos con todo para asegurar un buen resultado este fin de semana", concluye el británico en la previa de McLaren F1.