El fallo en el palier en el coche del bicampeón en la clasificación fue el causante de que no hubiese una batalla encarnizada entre los dos pilotos de Red Bull en el pasado Gran Premio de Arabia Saudí. Max había hecho una remontada ejemplar desde el decimoquinto puesto de la parrilla para acabar segundo, aunque no estuvo satisfecho con este resultado porque quería la victoria.
En esta ocasión no fue posible porque Sergio Pérez había estado concentrado de principio a fin y nunca cometió ni el más mínimo error para que su compañero le alcanzara. Gracias al punto extra de la vuelta rápida, el neerlandés ha conservado el liderato en la general.
De cara al próximo GP, Verstappen nunca ha probado el sabor de la victoria en el trazado semiurbano de Melbourne, lo máximo fue el tercer escalón del podio en 2019. Su último recuerdo allí no fue positivo por el hecho de que se vio obligado a abandonar por un problema de fiabilidad en 2022.
"Estoy emocionado por ir a Australia, siempre es bueno estar allí. Desde el punto de vista de competición, no ha sido del todo amable para nosotros durante bastantes años. La pista es fantástica, con varias curvas de alta velocidad y es una que disfruto pilotando. Espero que podamos tener una buena carrera, necesitamos no tener problemas y ser consistentes. No hemos ganado como equipo desde 2011, por lo que veremos qué podemos hacer", concluye el neerlandés en la previa de Red Bull Racing.