El problema con los frenos en la segunda ronda de la clasificación fue lo que provocó que el piloto británico no alcanzara la Q3. Por si no fuera suficiente, el equipo había detectado un fallo en la unidad de potencia de su W13 y se tuvo que cambiar de cara a la carrera, siendo el motivo por el que George comenzara desde el pit lane. El panorama era el peor posible para él, estaba al final del pelotón, la pista estaba deslizante por la lluvia que había caído antes de la carrera y tenía que remontar en un circuito en el que no es fácil adelantar.
Como estaba rodando al final del grupo y no tenía nada que perder, aprovechó el primer Virtual Safety Car para entrar en boxes, cambiar los intermedios por las gomas medias e intentar algo diferente. Sin embargo, la pista aún no estaba para estos neumáticos, pero superada la vuelta 30, sus tiempos fueron muy competitivos y ese fue el momento en el que todos montaron los de seco. Entre las paradas que tuvo que hacer más tarde y el toque con Mick Schumacher, George terminó la carrera en última posición.
"Estoy decepcionado porque no sumamos ningún punto este fin de semana, pero estoy contento de que los problemas que experimentamos en los libres 3 con los frenos se hayan resuelto y nuestra confianza se recuperara. Enseñamos lo rápido que puede ser nuestro coche, por lo que estoy orgulloso del equipo porque estamos haciendo un buen progreso. Tenemos mucho trabajo que hacer de cara a Suzuka", finaliza el británico en palabras recogidas de la página de Mercedes AMG F1.