La sesión matinal de la última jornada de pruebas había tenido un sabor agridulce tanto para Valtteri Bottas como para Alfa Romeo. El finlandés había alcanzado los 72 giros después de tres horas de rodaje, pero un problema de fiabilidad hizo que se bajara del coche antes de tiempo.
Aunque no hubiese disfrutado de la última hora y cuarto de la mañana, estuvo rodando durante toda la tarde y compensó el tiempo perdido al llegar a las 131 vueltas a la pista de Sakhir. La otra parte positiva es que estuvo más cómodo pilotando el actual C43 que su antecesor, siendo una noticia alentadora de cara a la próxima semana.
"En general, estoy bastante satisfecho por cómo han ido estos días de test. El coche se sintió bien y reconozco que las sensaciones en el cockpit mejoraron durante el invierno. A pesar del problema técnico que nos costó tiempo, completamos todo el programa que nos fijamos para el último día. Estoy deseando regresar a la pista en una semana y empezar a competir de nuevo".