La categoría GTD, que volvió a ser la más nutrida de entre las participantes en las 12h de Sebring, y la que sin duda deparó más emoción en la lucha final por la victoria con los diez primeros clasificados pegados los unos a los otros.
Los numerosos incidentes con hasta 13 neutralizaciones y un periodo de bandera roja de casi 3 horas prácticamente inutilizaron la carrera completa hasta la última media hora, ya que únicamente sirvió para eliminar a algunos competidores, entre ellos los Lamborghini Huracan, que fueron una fuente de problemas propia de los Prototype Challenge o el Viper de Jeroen Bleekemolen, que luchando por el liderato.
Los cambios en el liderato sucedían con frecuencia, como también los adelantamientos de Alex Riberas cuando tomaba los mandos del Porsche 911 #23, pero siempre con un denominador común, la gran velocidad mostrada por el recién estrenado Ferrari 488 GT3 como así atesora la vuelta rápida de carrera marcada en 2’02’’810, entre medio y un segundo más rápido que todos los rivales.
Por lo tanto, una vez se llegó al último instante de carrera con la última bandera verde, el Ferrari 488 tuvo cierta facilidad para alcanzar el liderato y acabar ganando la carrera muy a pesar del BMW M6 de Turner, quién sufría con el combustible. Jesse Krohn, al volante del mencionado BMW se hacía ancho mientras Mario Farnbacher, a bordo del Porsche #23 trataba de ganarle posición.
Desafortunadamente, los intentos de adelantamiento de Farnbacher fueron aprovechados por el Audi R8 de Andy Lally, quién arrebató el podio al coche de Alex Riberas en la última curva de la última vuelta. Finalmente, el piloto español ganador de la edición de 2015, se tuvo que conformar con el cuarto lugar. Su compañero de equipo en el Alex Job, el #22 de MacNeil/Keen/Jeannette finalizó justo tras él a pesar de que provocó una de los últimas banderas amarillas tras perder un neumático en plena recta de meta.
Tanto el trío ganador compuesto por Christina Nielsen, Alessandro Balzan y Jeff Segal como el trío del segundo clasificado con Bret Curtis, Jens Klingmann y Ashley Freiberg tenían una fémina en la alineación, siendo tanto la primera victoria de la danesa como el primer podio en la categoría de la piloto estadounidense.