La temporada 2015 del Mundial de Resistencia (WEC) no podría haber tenido un comienzo mejor. Era difícil imaginarlo. En una prueba llena de incertidumbre hasta casi el último minuto, Audi se alzó con la victoria en la categoría LMP1, gracias al coche número #7, pilotado magistralmente por André Lotterer, Marcel Fässler y Benoït Tréluyer.
En la salida, Tréluyer sufría un problema mecánico que su equipo no pudo identificar al perder la telemetría del coche. Lucas di Grassi en el Audi #8 llegó a ponerse entre ambos Porsche en la primera vuelta, pero en la vuelta 4 había caído al 4º puesto. . Se sobrepuso rápidamente y en la vuelta 7 ya había pasado a Alex Wurz en el Toyota #2 y a di Grassi. Poco después saldrían los 2 únicos Code 60 de toda la prueba, por un accidente de Paul Loup Chatin en el LMP2 de Signature Alpine, y por una reparación de una barrera. Con apenas 45 vueltas completadas, el Porsche #17, que lideraba la carrera con Mark Webber al volante, tuvo que retirarse.
Tras ello, el Audi #8 tuvo que hacer una parada no prevista en boxes, tras tocarse con un Porsche 911 que le causó daños en la carrocería. Desde entonces, la carrera se convirtió en una batalla campal que duró casi una hora entre el Porsche #18 y el Audi #7. Iniciada por Marc Lieb y Tréluyer, tuvo su culmen cuando los suizos Neel Jani y Marcel Fässler cogieron el testigo. Como si de una carrera al sprint se tratara, ambos deleitaron al respetable con una sucesión de adelantamientos, osadas maniobras y paralelos, mientras el Toyota #1, pilotado por Anthony Davidson, se acercaba a pasos de gigante.
Davidson fue el primero en parar y el único del trío de cabeza que no dio relevo, por lo que salió con 10 segundos de ventaja. Aquí llegó el turno de André Lotterer. El alemán, nuevo jinete del #7 de Audi, se deshizo sin problemas de Romain Dumas y enjuagó 10 segundos de desventaja en 8 vueltas, poniendo la carrera en manos de Audi. El endiablado ritmo del alemán les permitió colectar una diferencia superior a los 50 segundos, mientras el Porsche trataba de conservar ruedas para intentar ahorrarse una parada, cosa que no sucedió.
Cuando la victoria parecía decidida para Audi, saltó la bomba. Antes de la última parada del Porsche #18, estaba emparejado y peleando por posición con el Audi. Llegando a la última curva, Lotterer optó por salirse de pista para rebasar a un GT en medio de la trazada. Varios minutos después, cuando sólo quedaban 18 para el final, dirección de carrera les penalizó con un Drive Through, cuando aún debían hacer una última parada además. Fassler se subió y logró conservar el liderato por 13 segundos. Jani, sabedor de la situación, logró reducir la desventaja a 7 segundos antes de que Fassler apretara los dientes para asegurar la victoria.
En el podio, les acompañó el Toyota #1 de Davidson, Buemi y Nakajima, que se mantuvieron cerca toda la prueba, y terminaron a 14 segundos. Tras ellos, el Toyota #2 de Wurz, Mike Conway y Stephane Sarrazin, menos inspirados, y el Audi #8 de di Grassi, Loic Duval y Oliver Jarvis, que estuvieron involucrados en todo tipo de incidentes y salidas de pista.
En cuanto a la categoría LMP2, ésta vivió un inicio destructor, con el pronto abandono del Signatech, y los problemas mecánicos que obligaron al Oak Racing #35 y al Extreme Speed #31 a perder nada menos que 40 vueltas. La victoria final fue para el G-Drive #26 de Sam Bird, Roman Rusinov y Julien Canal. Sus compañeros del #28 (Gustavo Yacamán, Ricardo González y Pipo Derani) completaron el doblete para G-Drive, con chasis Ligier-Nissan , a una vuelta, y les acompañó en el podio el Extreme Speed #30 con chasis HPD de Scott Sharp, Ryan Dalziel y David Heinemeier Hansson.
La próxima prueba del WEC tendrá lugar en el circuito belga de Spa-Francorchamps, a principios de mayo, para la disputa de las 6 horas de Spa.