El GT World Challenge Europe dio el pistoletazo de salida en Imola con 46 GT3. El trazado italiano acogió la primera ronda de la Endurance Cup con un cartel de auténtico lujo, tanto en calidad como en cantidad, y augurando una gran igualdad entre los coches de las distintas marcas.
Los que comenzaron marcando la pauta fueron los Audi y los Mercedes, que desde los test demostraron estar un paso más arriba. En clasificación, el guión apenas varió y el Audi #66 (Frédéric Vervisch, Kim-Luis Schramm y Mattia Drudi) de Attempto Racing firmó la pole por delante del Ferrari #51 pilotado por Niklas Nielsen, Alessandro Pier Guidi y James Calado. La segunda línea de la parrilla fue para el Mercedes #88 de AKKA ASP y el Porsche #12. En la tercera fila clasificó el Audi #66 y el Mercedes #4 de Haupt Racing Team, que tomaba el testigo de Black Falcon en el campeonato.
Los españoles aguardaban algo más atrás: Miguel Molina partió desde la 9º plaza, mientras que Albert Costa y Andy Soucek lo hacían desde la 12º y 14º posición respectivamente. Por último, Jorge Cabezas firmó el 28º puesto y 7º en la Silver Cup.
En la salida, el Audi #66 mantenía la primera posición, a pesar de los achuchones del Ferrari #51, pilotado en esos momentos por Calado. Por detrás, Molina ganaba una posición a costa de la salida de pista del Mercedes #4, que recibió un toque del Porsche #12 y perdió varias posiciones.
Este incidente fue el primero de los múltiples toques y de las cinco neutralizaciones que hubo en la primera hora de carrera. En una de las resalidas, el Mercedes #88 aprovechó para adelantar al Ferrari #51 y colocarse segundo.
Tras esta primera hora comenzó el baile de paradas, que jugó un papel crítico en el desenlace de la carrera. El Audi #66 realizó una mala parada y cayó hasta la 20º plaza. Los que sí estuvieron finos en su paso por boxes fueron los Ferrari y el Audi #31. El #51, ahora en manos del Nielsen, era el nuevo líder seguido de Sergey Sirotkin en el #72.
Sin embargo, la alegría le iba a durar poco al danés y al ruso ya que por detrás llegaba un endiablado Kelvin van der Linde. El sudafricano, que había adelantado previamente al Mercedes #88, sacó el martillo y se deshizo de los dos Ferrari en Rivazza y Tamburello y a los pocos minutos abrió una renta de más de veinte segundos sobre el Ferrari #51. Antes de llegar a la primera mitad de carrera, el Ferrari #51 recibió un Drive Through por superar el límite de velocidad durante uno de los Full Course Yellow en la primera hora. También el Lamborghini #63 de Albert Costa recibió esta sanción.
Esto dejaba al Ferrari #72 segundo seguido del Porsche #12 y el Mercedes #88. No obstante, las opciones del Ferrari #72 y Miguel Molina se esfumaron al llegar al último relevo. El cambio de pilotos fue lento y el equipo se despidió así de sus opciones de comenzar la temporada con podio.
El gerundense no era el único español que perdió posición en este último tercio de carrera. Alvaro Parente, compañero de Andy Soucek en el Bentley #9, tocaba al Mercedes #100 de GetSpeed y era penalizado con un Drive Through.
El incidente se saldaba con un Full Course Yellow que anulaba toda la ventaja del Audi #31, ahora en manos de Bortolotti. El italiano no perdió la compostura y mantuvo a raya a un agresivo Mathieu Jaminet para lograr un triunfo que se le escapaba a Audi y WRT desde 2018.
El tercer escalón del podio era para el Mercedes #88 de AKKA ASP pilotado por Felipe Fraga, Raffaele Marciello y Timur Boguslavskiy. El Audi #32 de WRT se hizo con la cuarta plaza por delante del Audi #25 de Sainteloc Racing y el Porsche #99. Alessandro Pier Guidi llevó al Ferrari hasta la sexta posición tras adelantar a varios coches aprovechando las resalidas. Otro que sacó tajada de las resalidas fue Albert Costa, que avanzó desde la 15º a la 10º posición en la última hora.
Parente pudo remontar y dar a K-Pax Racing la 18º posición tras la sanción, a pesar de que el equipo llegó a rodar sexto. El Ferrari #72 de Miguel Molina, Davide Rigon y Sirotkin cruzó la meta 20º, dos posiciones más arriba que Jorge Cabezas, que compartió el Mercedes #90 de Madpanda Motorsport con Patrick Assenheimer y Ezequiel Pérez Companc. El equipo hispano-argentino fue sexto en la Silver Cup y también se vieron obligados a remontar después de un par de pinchazos en la primera hora de carrera.