Tras una edición de esas que se recordarán durante años, el número 24 de Chevrolet, William Byron consiguió eludir a la melé masiva que se formó en la última vuelta para volver a conseguir llevarse la corona en Daytona por segundo año consecutivo.
Una carrera que ya de inicio se postergó 1 hora tarde por culpa del parte meteorológico y por la lluvia hasta las 14:30, tuvo que parar a media disputa por otra tromba de agua que cayó sobre el mítico trazado americano. La carrera fue muy accidentada hasta el punto de que el ganador se decidió por un incidente muy fuerte en la vuelta 200, en la que se vieron implicados la mayor parte de los pilotos mejor situados para llevarse la prueba y de la que solo consiguieron escapar Tyler Reddick y el propio Byron.
Todo esto después de que solo unas vueltas antes tuviera lugar el aterrador accidente de Ryan Preece. Tras un golpe por delante, durante el momento en que la carrera se fue a la prórroga, el número 60 salió volando y protagonizó una espectacular vuelta de campana y volcado que puso el corazón en el puño del público presente en el recinto.
Con esta segunda victoria consecutiva, Byron entra así en el selecto club de cinco pilotos que han conseguido llevarse la carrera de forma consecutiva. Primero el mítico Richard Petty en 1973-1974 y después Cale Yarborough en 1983-1984, Sterling Marlin en 1994-1995, Denny Hamlin en 2019-2020 y ahora él en la 2024-2025.
Para su equipo también esta victoria se convierte en todo un hito. El Hendrick Motorsports consigue con esta su décima victoria en las 500 millas de Daytona.
Con esta gran victoria, William Byron se convierte en el primer piloto en estar clasificado de forma oficial para los playoffs 2025 de la NASCAR Cup Series.