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Manor cuenta con una semana más para encontrar el inversor necesario para continuar dentro de la parrilla de la Fórmula 1, después de que los acreedores hayan encontrado presupuesto para pagar a los empleados hasta finales de enero. La fecha límite se coloca ahora en el 27 de enero.
El pasado día seis el equipo entró en concurso de acreedores tras no asegurar un inversor después de la marcha de Stephen Fitzpatrick. El coche de 2017 está listo para salir de la fábrica, pero el equipo no puede siquiera realizar los test ya que eso incluiría una inversión que en estos momentos no le es posible llevar a cabo dada la situación financiera actual.
Según la BBC, Manor está considerando dos opciones: bien seguir con el coche de 2017 o bien tomar el chasis de 2016 y adaptarlo a la nueva normativa – aunque hay informes de que hay dos monocascos de 2017 ya construidos. Por otro lado, se cree que Manor cuenta con un plan elaborado para estar en la parrilla de Albert Park el veintiséis de marzo, pero que depende de cómo solvente esta situación tal como cuenta el medio ESPN F1.
La situación del equipo es, cuanto menos, delicada: el director técnico John McQuilliam dimitió el treinta y uno de diciembre como director de Manor Grand Prix Limited cuando vio que iban a firmar nuevos directores, poco antes de que el acuerdo se cayese a última hora. Pese a todo, McQuilliam continúa en un barco que lucha a diario por no hundirse.