Japón era el escenario perfecto para que el piloto neerlandés se alzara con el título ya que era la casa de Honda, el motorista que ha acompañado a la escudería de Milton Keynes desde la temporada 2019. Max había cumplido con la primera parte del trabajo al haber logrado la pole position, pero faltaba lo más importante, conservar la primera posición y esperar que Pérez terminara por delante de Charles Leclerc.
En el día de la carrera, el único momento de tensión que había tenido Verstappen fue la salida. Leclerc había arrancado mejor que el poleman e incluso le había arrebatado el primer puesto por unos segundos; sin embargo, el piloto de Red Bull no había bajado los brazos en ningún momento y recuperó el liderato por el exterior de la curva 1 en una maniobra arriesgada, pero efectiva. Desde que se reanudó la sesión hasta la bandera a cuadros, la primera plaza estuvo perfectamente controlada y ninguno de sus rivales directos pudo darle caza. Cuando terminó la carrera, Verstappen ganó, Leclerc finalizó segundo y Pérez tercero, pero la penalización al monegasco hizo que el mexicano subiera al segundo puesto y este cambio de posiciones dio como resultado que Max se alzara con el título.
"Ganar en Japón es realmente especial, me siento orgulloso de que lo hubiéramos hecho aquí. Cuando crucé la meta, no sabía que era campeón del mundo, hubo mucha confusión. El primer campeonato fue muy emotivo, esta vez fue muy diferente, es incluso más hermoso por la temporada que hemos tenido. El trabajo en equipo ha sido increíble, seguimos empujando, confiando y mejorando el coche. Como equipo hemos cometido muy pocos errores, no puedes hacerlo perfecto, pero la mayoría de carreras estuvieron muy cerca", concluye el nuevo bicampeón del mundo en palabras recogidas del comunicado de Red Bull.