El 29 de diciembre de 2013 todo el mundo del motorsport se quedaba paralizado al conocerse la noticia de que Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, había sufrido un accidente esquiando y estaba en coma con lesiones graves.
Tres años después de los hechos, el estado del Kaiser sigue sin estar claro. Lo que deja claro Ross Brawn, antiguo jefe técnico del alemán con el que consiguió sus mayores éxitos, es que el legado de Schumacher sigue presente tanto en Mercedes como en Ferrari, y que ambas marcas le deben mucho por lo que hizo por ellos.
"Michael, por supuesto, contribuyó a la organización y la estructura que ha logrado el éxito de Mercedes", dijo Brawn a la CNN. "Ayudó a crear el éxito que tuvo en Ferrari y continuó haciéndolo en Mercedes. Cuando ves a un piloto tan entregado como Michael, y tan enfocado al éxito, te arrastra a ti también".
"Sabías que no podías decepcionarlo, y todo el mundo remaba en la misma dirección. Sabías que tenías un piloto tan centrado en lograr el máximo que la gente estaba motivada. Michael era un gran motivador para la gente y para mejorarte a ti mismo y crear el ambiente correcto y la actitud correcta en el equipo. Esa fue una gran lección que aprendí de Michael".
"Verlo con sus conocimientos y madurez, sentado con un grupo de aerodinamistas y explicando lo que se necesitaba es algo impagable. Fue decisivo a la hora de crear los sistemas que contribuyeron al éxito que Mercedes tiene hoy".
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