Fernando Alonso comenzó el Gran Premio de Baréin con la esperanza de pelear por los puntos tras clasificar en decimotercera posición, pero la falta de ritmo de su Aston Martin pronto le hizo perder cualquier opción real de luchar en el grupo delantero.
"No teníamos el ritmo, así que cualquier neumático que eligiéramos, no era suficiente", explicó el piloto español al término de la carrera. En busca de una alternativa, el bicampeón del mundo apostó por una estrategia más agresiva alargando su primer stint con neumáticos medios, pero la aparición del coche de seguridad arruinó cualquier posibilidad. "Estaba cediendo algunas posiciones para tener una última tanda más corta, pero todos paramos en la misma vuelta con el coche de seguridad. Incluso nuestro pequeño riesgo no se pudo llevar a cabo al final".
Finalmente, Alonso cruzó la línea de meta en la 16ª posición, muy lejos de los puntos y con una clara sensación de frustración por la falta de rendimiento general del AMR25. El piloto asturiano fue claro al señalar que Aston Martin necesita dar un paso adelante con urgencia: “Necesitamos mejorar. Ha sido un fin de semana difícil. Esperábamos ser lentos con todas las zonas de baja velocidad de Baréin, pero creo que es un poco todo. El coche no responde ni en la salida ni a mitad de curva. Es como si se estuviera muriendo en baja velocidad”, confesó.Además, recordó que esta debilidad no es nueva: “La baja velocidad fue nuestro sector más débil en Australia, Japón y China. Bahrein ha sido nuestro fin de semana menos competitivo, así que ahí es donde hay que centrarse”.
Mirando ya hacia la próxima cita en Arabia Saudí, Alonso se muestra algo más esperanzado, aunque mantiene los pies en el suelo: “Yeda será un poco mejor para nosotros, pero sumar puntos es difícil ahora mismo. Los cuatro primeros equipos están en otra liga y luego siempre hay otros como Haas, Williams o AlphaTauri por delante. Si eres el séptimo u octavo equipo, sólo puedes puntuar con mucha, mucha suerte".