El delicado estado de la pista en la carrera principal de F1 había causado que los errores se pagaran caro. A la salida de la primera variante, Mick Schumacher había perdido la parte trasera de su monoplaza e impactó contra el pontón del Alpine de Fernando Alonso.
A pesar de este golpe directo, el español pudo continuar, sin embargo, el pontón se desprendió en la séptima vuelta, provocando que perdiera carga aerodinámica y ritmo. Ante este suceso, Alpine ordenó a su piloto que se retirara debido a la gravedad de los daños en su A522.
"Fue otra carrera desafortunada para nosotros. Hicimos una salida decente, escalamos hasta el octavo, pero hubo muchos daños en el lado derecho de mi suelo y del pontón, por lo que no tuvimos otra elección que retirarnos. Es mala suerte porque un pequeño toque con Mick, el cual no fue intencionado, destrozó nuestro coche y nuestra carrera. Después de Australia, siento que podía haber sumado 20 ó 30 puntos en el campeonato y solo tengo dos. Es una temporada larga y aún hay muchos puntos por sumar", concluye el bicampeón, en palabras recogidas del comunicado de prensa publicado por Alpine.