Carlos Sainz ha conseguido un valioso tercer puesto en el Gran Premio de Las Vegas, consolidando otro podio en su destacada temporada. Sin embargo, la jornada no fue ideal para Ferrari, que volvió a fallar en la estrategia, lo que generó tensiones entre sus pilotos y dejó a Charles Leclerc visiblemente frustrado.
El inicio de la carrera fue complicado para Sainz, quien perdió la segunda posición ante su compañero Leclerc tras entrar pasado en la primera curva. A partir de ahí, los Ferrari lucharon por mantenerse competitivos, pero las decisiones estratégicas del equipo marcaron la diferencia. En la vuelta 27, Sainz pidió entrar a boxes debido al desgaste de sus neumáticos, pero en un giro inesperado, el equipo cambió de opinión en el último momento, manteniéndolo en pista. Esta confusión le costó una posición ante Lewis Hamilton, quien aprovechó para adelantarlos con un undercut.
Por su parte, Leclerc, obligado a permanecer más tiempo en pista con neumáticos desgastados, no pudo evitar perder terreno frente a su compañero y terminó cuarto. Al finalizar la carrera, el monegasco expresó su frustración por radio, diciendo: "Ser amable me fastidia en todo momento". La situación se intensificó cuando respondió con enfado a una instrucción técnica de su ingeniero, evidenciando el ambiente tenso en Ferrari.
A pesar de los problemas, Sainz destacó la importancia del resultado: "Nos hemos liado un poco entre todos, pero hay que aprender de ello. Al final, hemos conseguido el podio y eso es lo más importante". Mientras tanto, la relación entre los pilotos de la Scuderia parece cada vez más complicada, y con la llegada de Lewis Hamilton en 2025, la dinámica promete ser aún más intensa.