Haas llegó a la parrilla en 2016 como uno de los prospectos más interesantes de los últimos años, un soplo de aire fresco y un equipo que, en lugar de estar condenado a la parte final del pelotón como otras escuderías noveles (léase HRT, Lotus/Caterham y Virgin/Marussia/Manor), se metió de inmediato en la zona media del pelotón. En la actualidad tratan de ser el equipo B de Ferrari…si bien la B que se están labrando es de burros, siendo directos.
En pretemporada ya se observaba que el coche que tenían era bastante eficaz, rodando a muy buen ritmo con todos los neumáticos en el Circuito de Cataluña – no al ritmo de los tres gigantes, pero no demasiado lejos y de seguro por encima de otros equipos de mitad del pelotón como Renault, McLaren, Toro Rosso o Force India. Romain Grosjean había logrado 28 puntos la pasada temporada mientras que Kevin Magnussen, en su primera temporada, logró 19. El Haas VF-18 mostraba la particularidad de tener un gran parecido con el Ferrari SF70H de 2017, si bien nunca se demostró nada que se escapase de la normativa de la categoría reina.
En Australia demostraron su ritmo al calificarse sexto y séptimo, rodando en posiciones de puntos hasta que primero Magnussen y después Grosjean tuvieran que retirarse por problemas con una tuerca. Esto llevó a las imágenes de Grosjean consolando al mecánico encargado de la tuerca que tantos puntos le había costado al equipo, dando la vuelta al mundo entero. Hasta aquí sin problemas: el ritmo del coche quedaría recompensado con un quinto puesto de Magnussen en Bahréin, seguido de un décimo puesto en China. Grosjean, mientras tanto, seguía con su casillero a 0.
La oportunidad del francés para conseguir puntos vino en Azerbaiyán, un circuito urbano donde se habían producido muchas bajas. En la vuelta 40, tras el accidente de los dos Red Bulls y la aparición del Safety Car, Grosjean rodaba en una excelente sexta posición cuando…perdió el control del coche cuando seguía al Safety Car y se fue contra el muro. Magnussen, afectado por un pinchazo en la salida, se quedó fuera de la zona de puntos. En España no mejoró la cosa para el galo, trompeando en la tercera curva (tras una maniobra para esquivar a Magnussen) y quedando fuera de carrera tras impactar con Nico Hülkenberg y Pierre Gasly. El danés pudo acabar en sexta posición, dándole 8 puntos más al equipo.
Mónaco fue quizás el fin de semana más duro para el equipo en términos de rendimiento, pues ni en clasificación ni en carrera estuvieron cerca de la zona de puntos. En Canadá tampoco puntuaron pese a la recuperación de Grosjean desde la última posición (ya que en Q1 tuvo un fallo en su motor), acabando 12º y 13º. El circuito de Paul Ricard, que tras 28 años volvía a albergar una prueba de Fórmula 1, fue más propicio para el equipo, primero calificando los dos coches en Q3 y después con otro sexto puesto para Magnussen, ratificando que el equipo, cuando hacía las cosas bien, estaba sólo por detrás de los tres grandes (Mercedes, Ferrari y Red Bull). Grosjean, una vez más, no acabó en los puntos.
Una vez más las cosas se hicieron bien en el Red Bull Ring con Grosjean calificando sexto y Magnussen octavo, mezclándose entre los Red Bull de Max Verstappen y Daniel Ricciardo. En una carrera con contratiempos para los de delante, los de Gene Haas evitaron problemas y al fin se sacaron los frutos merecidos: Grosjean logró un cuarto puesto y Magnussen fue quinto, un gran resultado que colocaba a Haas en quinta posición, a 13 puntos de Renault en la tabla de constructores.
The best 4th of July present we could've ever asked for. #AustrianGP pic.twitter.com/t5kbmQJlFz
— Circuit of The Americas (@COTA) 2 de julio de 2018
Y entonces llegó Gran Bretaña, donde los dos Haas otra vez continuaron con su buen hacer en clasificación colocándose séptimo y octavo. La carrera, en cambio, fue la cruz de la moneda: los dos salieron mal y perdieron terreno para después colisionar en la curva 3, comprometiendo el resto de la carrera. Los dos estuvieron peleando contra los Renault, los Force India y el McLaren de Fernando Alonso, incapaz de rebasarles. Magnussen pudo acabar noveno tras ser rebasado por Alonso mientras que Grosjean, en una pérdida de control sin muchas excusas reales, se retiró al chocar contra un Carlos Sainz que le acababa de rebasar por el exterior de Copse.
La actitud del equipo en más de una ocasión se ha pasado de la raya: palabras como las del jefe de equipo Guenther Steiner contra Alonso – el piloto más respetado de la parrilla, quien había superado a Magnussen contando con un coche inferior y todo un campeón mundial y ganador de Le Mans – la negativa de Grosjean a asumir su parte de responsabilidad incidentes como el de Sainz o el carácter que ha demostrado el propio Magnussen en más de una ocasión (a este mismo medio le hizo un gesto cuanto menos descortés durante los test de pretemporada, sin ir más lejos) pesan en el historial del equipo.
En lo que a Grosjean se refiere, es un caso bastante duro: un piloto que debutó hace 10 años en la categoría reina debería ser capaz de pelear rueda a rueda en situaciones similares a las que lo hicieron Sebastian Vettel, Valtteri Bottas, Max Verstappen, Kimi Räikkönen, Lewis Hamilton…en el mismo fin de semana e incluso en las mismas vueltas. Sainz le dejó espacio de sobra y el francés sólo tenía que levantar (al no hacerlo fue cuando el coche le hizo el extraño y perdió el control, provocando la colisión) ya que la posición la había perdido a favor del español. Este tipo de toques, que no son raros en él, le han labrado una mala reputación dentro de la parrilla en el cuerpo a cuerpo. Para un piloto de 32 años de edad esto no augura nada bueno si en el futuro quiere un volante en un equipo puntero.
Y ahora se une el caso Santino Ferrucci: joven piloto italoamericano que entró en el equipo en 2016 como piloto de desarrollo – en Silverstone precisamente se subió por primera vez a un Fórmula 1 – después de haber tenido algún altercado en categorías inferiores. En mitad de 2017 llegó a la Fórmula 2 con Trident Racing para continuar con su aprendizaje, logrando dos novenos puestos en Hungría y Spa (ambas en la Feature Race). Permaneció en el mismo equipo con un arranque de temporada dentro de lo normal, siendo sexto en la Sprint Race de Bakú – resultado que de momento es el mejor de la temporada.
El fin de semana de Ferrucci en Silverstone no fue para olvidar: al contrario, más vale que no se le olvide, como bien relata el medio Car & Driver en un artículo enfocado a Ferrucci. Durante la Sprint Race llegó a echar de la pista a su compañero de equipo Arjun Maini (quien denunció injusticias entre pilotos y equipos de la GP2 durante el fin de semana de Paul Ricard) y al final de la carrera chocó a propósito contra el indio, aunque la peor parte se la llevó su propio coche ya que se cargó el alerón delantero. Acto seguido, se marchó a su motorhome, provocando destrozos en el mobiliario.
Sus burradas en pista le han valido no sólo la descalificación en la Sprint Race de Silverstone, sino una expulsión de cuatro carreras (es decir, las dos de Hungría y las dos de Bélgica), sobre todo cuando miembros del equipo Trident notificaron que tenía intención de hacerlo de manera premeditada. Además, fue descubierto en un momento yendo con su coche por el pitlane con un guante quitado y el móvil en la mano, lo que le ha acarreado 60.000 euros de multa. El no personarse cuando le citaron los comisarios por los incidentes le ha supuesto además otros 6.000 euros más.
Durante la tarde del lunes siguiente Ferrucci publicó una carta en la que se disculpaba por su ‘lapsus mental’, provocado por toda la presión a la que se veía sometido, argumentando su ausencia en la reunión con los comisarios por un test antidoping y un problema médico familiar urgente. Lo más llamativo de la carta es que en ningún momento habla de pedir disculpas a Maini, a quien golpeó de forma deliberada.
Por todas estas acciones, Haas evaluará la situación, lo que puede comprometer su continuidad como piloto de desarrollo. Estos casos (no solo los de Ferrucci, sino también todo lo que perjudica a los resultados de Grosjean y Magnussen) deben eliminarse en la medida de lo posible dentro del equipo norteamericano – a fin de cuentas, han dejado escapar una gran cantidad de puntos, pudiendo estar en cuarta posición en vez de pelear por defender la quinta ante Force India y McLaren. Los puntos en la clasificación de constructores suponen millones a final de temporada, al fin y al cabo.
Además de los resultados en pista, si de verdad quieren ser un equipo respetado dentro y fuera del paddock, mantener la cabeza en su sitio y no realizar declaraciones absurdas/polémicas tampoco está de más. Con la optimización de su mentalidad, Haas puede hacer grandes cosas – desde luego las herramientas las tienen y si toman el buen camino, es cuestión de tiempo que lo consigan.