Los últimos cambios implementados en la Fórmula 1 estaban relacionados con la reducción del aire sucio que generaban los monoplazas, con el fin de que los pilotos pudieran rodar más cerca del coche de delante y así se pudiera potenciar los adelantamientos y, como consecuencia, el espectáculo. En cambio, la normativa de 2026 está enfocada en modificar las unidades de potencia, cuyo objetivo es que estas sean más eficientes, potentes y sostenibles.
Estas son las principales innovaciones:
- El motor eléctrico tendrá más relevancia: a día de hoy, el MGU-K cuenta con 120kW (casi 200 caballos), sin embargo, la potencia de este elemento se triplicará de cara a 2026, alcanzando los 350kW, lo que se traduce en casi 500 caballos de potencia. Además, aumentará la recuperación de energía, convirtiéndolo en un gran paso adelante respecto a la generación actual.
- Con la eliminación del MGU-H (componente que hace girar el turbo y también recupera energía), la presencia del turbo lag se incrementará, es decir, el tiempo que transcurre desde que los pilotos presionan el acelerador hasta que se obtiene la potencia, por lo que los pilotos tendrán que apretarlo con mayor suavidad, suponiendo un nuevo reto para ellos.
- En la actualidad, los monoplazas cuentan con un tanque de 100 kg de combustible. Con la mirada puesta en la sostenibilidad, en 2026 se busca que el consumo se reduzca notablemente y ronde los 70 kg. El combustible será principalmente sintético y tendrá elementos biodegradables, teniendo impacto menor desde el punto de vista medioambiental.