Aston Martin dio un gran paso adelante en el Gran Premio de Catar gracias a la implementación del suelo estrenado en Hungría, dejando atrás el utilizado en Suzuka. Este cambio técnico permitió a Fernando Alonso alcanzar la Q3 y sumar seis puntos, aprovechando las características del trazado de Losail y los problemas de otros equipos.
El suelo, pieza fundamental en la aerodinámica de los monoplazas modernos, transformó el comportamiento del AMR24. En Las Vegas, con el suelo de Suzuka, el coche sufrió en curvas lentas y rápidas, siendo superado incluso por los Haas. En cambio, en Losail, el nuevo diseño mejoró notablemente el rendimiento en rectas y curvas rápidas, clave para mantenerse competitivo frente a rivales como Magnussen.
Las comparativas entre ambos trazados son claras. En Las Vegas, Alonso tuvo problemas en zonas lentas y rápidas, perdiendo tiempo en la curva 6 y 7. En Catar, con el suelo de Hungría, el Aston Martin mejoró su velocidad mínima en curvas medias y rápidas, situándose al nivel de Mercedes y por delante de Haas en zonas clave.
Este avance demuestra la importancia de ajustar los monoplazas a las características del circuito. Mientras que el suelo de Suzuka priorizaba reducir el drag, el de Hungría buscaba maximizar la carga aerodinámica. El resultado: un Aston Martin más competitivo y capaz de volver a la pelea por puntos valiosos.