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La situación en el garaje de McLaren Honda durante el Gran Premio de Cánada fue complicada si bien un problema mecánico en la unidad de potencia y la pérdida de aceite obligaron a Fernando Alonso a retirarse de la carrera. La suerte para el asturiano no va de su mano ya que, en su vuelta a su trabajo “habitual” después de la IndyCar 500, parece ser que las cosas no mejoran por momentos.
En este sentido, Alonso explicó que “estuvieron corriendo con la opción de optar a puntos” hasta que, finalmente, “su motor se rindió”. “Estoy frustrado”, señaló, aunque eso sí, como piloto dijo que trató “de conducir lo más rápido posible”. "La verdad es que nuestro chasis se siente muy fuerte en las curvas pero estamos siendo superados por todos los demás monoplazas en las rectas. Son tiempos difíciles”, sentenció.
Asimismo, quiso destacar el apoyo de los aficionados en Cánada: "El apoyo que tenemos de los aficionados en Canadá es genial, así que cuando mi coche se detuvo pensé que deberíamos devolver algo, y subí la tribuna para dar mis guantes a la gente que me estaba animando". Gran gesto de Fernando que no pudo hacer otra cosa más que acudir a la grada y disfrutar con los aficionados de un curioso y divertido momento. No obstante, y a pesar de los acontecimientos, la temporada sigue, con trece carreras por delante, quedan muchas cosas por resolverse.