Fernando Alonso llega al Gran Premio de México recuperado de los problemas de salud que le impidieron participar en el circuito el jueves. Sin embargo, el piloto de Aston Martin no oculta que este fin de semana se presenta como un reto complicado para su equipo, aunque se muestra decidido a "dar todo" en la pista. Este Gran Premio es especial para el ovetense, ya que coincide con su participación número 400 en la Fórmula 1.
A pesar de la importancia del momento, Alonso tuvo un inicio de fin de semana atípico. Felipe Drugovich ocupó su asiento en la primera sesión de entrenamientos libres, lo que limitó su tiempo en el AMR24 a tan solo hora y media. El tiempo al volante no fue muy productivo, ya que las pruebas de neumáticos de Pirelli en la segunda sesión redujeron las oportunidades para que los equipos afinaran sus configuraciones para el Gran Premio.
Alonso se siente optimista tras recuperar su salud, afirmando: "Hoy me he sentido bien en el coche. Este circuito tampoco es súper demandante en términos de fuerzas G y alta velocidad, así que está bien". Sin embargo, la presión sobre él y su equipo aumenta, ya que deben maximizar su rendimiento para brindar al bicampeón un fin de semana memorable.
Conscientes de que el Autódromo Hermanos Rodríguez representa un reto, Alonso señala que aún no pueden extraer conclusiones definitivas, destacando que "la clasificación revelará la verdad". Mientras tanto, su compañero Lance Stroll es más cauteloso, reconociendo que el equipo no se siente competitivo en comparación con los demás. A pesar de estas dificultades, Alonso está decidido a disfrutar de cada segundo del fin de semana y hacer de su 400 GP una celebración inolvidable.