Fue el dueño, amo y señor de la carrera. Ajeno a lo que sucedía detrás, como ya es costumbre, Lewis Hamilton consiguió un triunfo marca de la casa. Desde la pole, conservó la posición y comandó la carrera sin más oposición real que la de su compañero de equipo, que nunca llegó a ser una amenaza importante. En definitiva, el doblete prototipo de Mercedes. Por detrás, sin embargo, la carrera estuvo muy movida y los cambios de posición, si bien polarizados en periodos concretos, se sucedieron ofreciendo un show más que aceptable.
La carrera perdió dos efectivos antes siquiera de comenzar. Nico Hülkenberg, con problemas de pérdida de potencia, se quedó calado antes de poder tomar la salida, obligando a abortar el primer intento, para dirigirse directamente a boxes. Carlos Sainz tampoco ocupó su lugar en la parrilla por un problema similar durante la segunda vuelta de formación. Su equipo logró solucionarlo y ponerlo en pista dos vueltas después, pero el español, sin opciones de avanzar, abandonaría a pocos giros del final para salvar el motor.
La salida tuvo un nombre propio: Sergio Pérez. El mexicano de Force India salió como un obús, se situó tras Hamilton e incluso intentó adelantar al británico en la recta de Kemmel ,sin éxito. Daniel Ricciardo avanzó también dos puestos para ponerse tercero, mientras Nico Rosberg caía hasta la quinta posición. Los McLaren, que arrancaban la carrera en la última fila, ganaron numerosas posiciones, en especial Fernando Alonso, que pasó de 20º a 12º, aunque posteriormente cederían algunos puestos. Williams sorprendió por una evidente falta de ritmo. Así, Valtteri Bottas, que había partido 3º, terminó la segunda vuelta en 6º lugar.
En ese mismo giro Pastor Maldonado se sumaría a la lista de abandonos. Eventualmente Nico Rosberg recuperó la posición por puro ritmo tras parar más tarde que Pérez y Ricciardo. El australiano paró un giro antes que el mexicano y emergió por delante, pero con medias no pudo contener a un Pérez con blandas que recuperó la posición. A la fiesta se unió Romain Grosjean. El hombre de Lotus superó tras la parada a Valtteri Bottas, el cual posteriormente cumpliría un Drive Through por montar un neumático medio en un set de blandos. El francés eventualmente cazó y sobrepasó tanto a Ricciardo como a Pérez. Inmediatamente después, Ricciardo dejó aparcado su coche en la recta de meta con problemas mecánicos, lo que forzó la breve aparición del Virtual Safety Car.
Sebastian Vettel, que rodaba en quinto lugar y había alargado su parada hasta la vuelta 14, decidió arriesgar y jugársela a una parada. Con ello, se situaba tercero. Grosjean se acercó poco a poco e incrementó su ataque en las últimas vueltas. Parecía que Vettel, que traccionaba mejor, tenía suficiente para aguantar la posición… pero su neumático trasero derecho dijo basta en la recta de Kemmel en la penúltima vuelta. Logró llegar a boxes y concluír la carrera en 12º lugar, con un cabreo considerable hacia Pirelli.
Hamilton cruzó la meta en cabeza con 2 segundos de ventaja sobre Nico Rosberg, al que siempre tuvo controlado, para conseguir el 39º triunfo de su carrera. Junto a ellos, Romain Grosjean terminó con la sequía de podios de Lotus, que se extendía por 30 GPs y casi año y medio, logrando el 10º cajón de su carrera en la Formula 1. Tras una carrera fabulosa, incluyendo un gran adelantamiento a Felipe Massa, Daniil Kvyat remontó desde el 12º lugar para acabar 4º, sobre Sergio Pérez, en su segunda mejor carrera con Force India, y el propio Massa.
El gran animador de media parrilla, sin ninguna duda, fue Max Verstappen. El joven fenómeno holandés tardó pocas vueltas en alcanzar la zona de puntos, sobrepasó a Felipe Nasr con un adelantamiento prodigioso por el exterior de Blanchimont y estuvo a punto de superar a Kimi Räikkönen, que salvó el dia para Ferrari con un 7º lugar. Tras Verstappen concluyó Bottas, lastrado por el Drive Through y la falta de ritmo de su Williams.
Marcus Ericsson se valió de las circunstancias para arañar otro punto con su Sauber. Ambos McLaren lograron llegar a meta, tras perder varias batallas con los Sauber, por delante de ambos Manor. Fernando Alonso y Roberto Merhi lograron batir a sus compañeros de equipo, terminando en 13º y 15º lugar.
