Max Verstappen (Red Bull) ha firmado su séptima victoria del año en una prueba donde la estrategia de neumáticos lo ha sido absolutamente todo, manteniendo vivo un duelo a tres bandas por el título que se decidirá la semana que viene en Abu Dabi.
En la parrilla y al caer la bandera a cuadros se han visto los tres compuestos disponibles, pero el momento clave ha llegado con un safety car en la vuelta 7: el cuarto en las cuatro carreras disputadas en Qatar hasta la fecha. Con la mayoría de pilotos arrancando con el neumático medio, todos menos los dos McLaren lo han aprovechado para montar neumáticos nuevos. Verstappen, que ya había pasado de tercero a segundo en la salida, ha sido el primero en detenerse. Parar con safety car supone una ganancia de unos 10 segundos respecto a hacerlo en condiciones normales, y ahí es donde Verstappen ha cimentado su ventaja.
Para añadir todavía más complejidad, cada juego de neumáticos tenía un límite máximo de 25 vueltas para este GP de Qatar, previsto a 57 giros, lo que debaja a McLaren totalmente fuera de sincronía con el resto tras su decisión de no detenerse bajo el safety car.
El resto de pilotos estaban obligados a pasar por boxes antes de la vuelta 32 para la última detención, mientras que McLaren ha aguantado más vueltas en cada stint debido, justamente, a esa elección inicial.
Oscar Piastri ha cedido el liderato en la vuelta 42 para cumplir su última parada, y dos vueltas más tarde ha hecho lo propio Lando Norris, con Verstappen consolidando la primera posición.
Casi todos han completado sus dos primeros stints con el medio antes de pasar al duro para el tramo final, incluidos los tres ocupantes del podio. Piastri ha marcado la vuelta rápida tanto con el medio como con el duro, quedándose con el giro más veloz de toda la carrera —y nuevo récord–con un 1:22.996 en la vuelta 44.
El último peldaño del podio ha sido para Carlos Sainz (Williams), que ha clavado la estrategia para sumar su segundo cajón del curso, en este caso saliendo desde la séptima plaza.
Las condiciones han sido frescas en el siempre exigente circuito de Lusail, con 22 grados en el ambiente y 23 en pista al inicio de la carrera, a las 19:00 hora local.
“Todas las decisiones estratégicas del GP han estado condicionadas por la aparición del safety car. El compuesto que mejor equilibraba agarre inicial y rendimiento sostenido era el medio.
“Aunque casi todos usaron el duro únicamente en el stint final, el C1 también habría sido competitivo a mitad de carrera. Los tiempos han demostrado que, en algunos casos, rendía incluso mejor que el medio (C2) en las últimas vueltas. El desgaste ha sido muy limitado en todos los compuestos, lo que ha permitido a los pilotos exprimirlos al máximo.
“Ha habido bastante menos graining que en días anteriores, reduciendo los casos de desgaste extremo, aunque sin eliminarlos por completo. Por ello, el límite de 25 vueltas ha resultado adecuado para evitar problemas.
“Las idas y venidas de esta carrera, con niveles de rendimiento inéditos y nuevos récords marcados durante el fin de semana, reflejan una temporada más igualada que nunca. Así que no sorprende que el título se decida en la última carrera, con tres aspirantes muy sólidos peleando hasta el final.”
FÓRMULA 2
Leo Fornaroli (Invicta) se ha proclamado campeón tras convertir la pole position en título en la carrera larga de Fórmula 2, prevista a 22 vueltas, y en la que ha acabado segundo.
La mayoría de pilotos ha escogido arrancar con el neumático blando, mientras que siete integrantes—todos fuera del top 10— han optado por el duro.
Con la carrera disputándose a pleno sol, el calentamiento de las gomas ha sido mucho más rápido que en el sprint nocturna del día anterior. La ventana para la parada obligatoria se ha abierto en la vuelta 6, así que el reto era sostener el rendimiento del blando durante el primer cuarto de carrera. Ya al final, gestionar la vida útil ha sido clave.
El ganador final, Victor Martins (ART), había superado a Fornaroli en la salida y ha entrado a boxes en la vuelta 7 para montar el duro. Una vez completadas todas las paradas —incluido un safety car a mitad de carrera—, Martins ha mantenido la ventaja, mientras que el segundo puesto de Fornaroli ha sido suficiente para certificar el título, encadenando campeonatos de F3 y F2.
La estrategia alternativa de duro a blando ha resultado normalmente menos efectiva, pero el safety car la ha hecho algo más viable de lo previsto. El ejemplo más claro es Arvid Lindblad (Campos), que salía 17º con el duro y ha terminado 4º tras montar el blando.