La FIA ha presentado avances en el desarrollo de un sistema de refrigeración para los pilotos de Fórmula 1, diseñado para afrontar condiciones extremas de calor. El dispositivo, cuya implementación será obligatoria en eventos que superen ciertos umbrales térmicos aún no definidos, comenzará a regir a partir de 2025. Este cambio llega tras los incidentes en el Gran Premio de Qatar de 2023, donde varios pilotos sufrieron golpes de calor y vómitos debido a las altas temperaturas.
El sistema probado consiste en un chaleco refrigerado por un líquido bombeado a través de tuberías conectadas a un bloque de hielo. La primera prueba en pista se realizó durante el GP de México de 2024, mostrando resultados positivos aunque el diseño sigue en desarrollo. Se estima que el equipo completo pesa 5 kg, y el reglamento prevé aumentar el peso mínimo de los monoplazas para compensar este añadido.
Además, los equipos podrán desarrollar sus propias versiones del sistema, con la posibilidad de utilizar ventiladores o tanques de refrigeración, siempre bajo estrictas normas técnicas. El reglamento establece que solo podrán emplearse agua, aire y productos químicos seguros, quedando prohibido el uso de hielo seco. Estas medidas buscan mejorar la seguridad sin comprometer el rendimiento de los coches.
Aunque algunos pilotos, como Lewis Hamilton, consideran innecesaria esta tecnología, la FIA asegura que es un paso esencial para garantizar la seguridad en condiciones extremas, especialmente en circuitos como Singapur o Qatar, donde el calor puede alcanzar niveles críticos.