La Scuderia Ferrari brilla más que ninguna estrella en la noche de Baréin; Leclerc vence y Carlos Sainz 2º

La emoción estaba a flor de piel en esta primera carrera de la nueva era de la Fórmula 1. Las dos primeras filas de la parrilla estaban reservadas para los pilotos de Ferrari y Red Bull, mientras que los dos Mercedes, Magnussen, Bottas, Fernando Alonso y Gasly completaban el Top 10.

Una vez se apagaron los semáforos, Leclerc, Verstappen y Sainz habían mantenido su posición de salida perfectamente. A diferencia de los tres de cabeza, Sergio Pérez no tuvo una arrancada óptima y lo pagó caro, ya que se le colaron Hamilton y Magnussen. La falta de rodaje era clara en el caso del primero de los Haas, cometió un par de errores y esto hizo que Pérez y Russell le superaran. En cuanto a Alpine, Fernando Alonso y Esteban Ocon hicieron un buen trabajo para entrar en los puntos.

Como suele ser habitual, Red Bull y Verstappen tomaron la iniciativa de cambiar los neumáticos y así intentar un undercut sobre el líder, Leclerc. Como era de esperar, Ferrari no cayó en la trampa de su rival, pero con lo que no contaban era que Max recortó la desventaja y se convirtió en la sombra del F1-75. La batalla entre dos grandes pilotos estaba asegurada. En la vuelta 17, el neerlandés adelantó al monegasco en la recta principal, pero el jinete del Cavallino no dio su posición por perdida y la recuperó curvas más tarde. Este duelo se alargó durante tres giros hasta que Leclerc empezó a empujar y dejó atrás a su principal amenaza.

Después de que se efectuara el segundo paso por la calle de boxes, la carrera cambió por completo cuando Pierre Gasly vio que su volante se apagó de manera repentina, obligándole a aparcar a la salida de la curva 3. Al tratarse de una situación de peligro, el coche de seguridad ganó protagonismo desde la vuelta 46 hasta el final de la 50, para que se pudiera retirar el Alpha Tauri de forma segura. 

Una vez se había relanzado la carrera, Leclerc tenía todo bajo control al abrir hueco sobre sus perseguidores, pero la situación no fue la misma para Red Bull. El drama había llegado al equipo austriaco, Verstappen informó que le costaba girar el volante y luego identificó un problema grave con la batería. Ni el equipo ni el piloto pudieron hacer nada, todo estaba perdido, la fiabilidad les había abandonado en los últimos giros. La frustración fue tremenda, pero lo peor estaba por llegar. Sergio Pérez también tuvo un fallo en su RB18 de forma fulminante, dejándole fuera de combate. Los dos Red Bull fulminados de un momento para otro.

Después de 57 vueltas al circuito de Baréin, Ferrari comenzó la temporada 2022 como el equipo grande que es, un doblete extraordinario gracias a la victoria de Leclerc y al segundo puesto de Sainz. La alegría fue inmensa después de meses de trabajo duro para desarrollar un monoplaza que fuera capaz de ser competitivo. Con la debacle de Red Bull, Hamilton heredó un podio que no era suyo, Mercedes ha estado un paso por detrás de los dos mejores equipos, aunque minimizaron daños perfectamente.

Por detrás, Magnussen y Bottas cerraron un fin de semana de ensueño, donde terminaron en quinta y sexta posición respectivamente, sin olvidar su sensacional actuación en la clasificación. En los puestos restantes del Top 10 finalizaron los dos Alpine de Ocon y Alonso, seguido por Tsunoda y Zhou, que puntúa en su primer GP.

Tras este fin de semana emocionante, la Fórmula 1 no para, ya que la próxima semana tiene lugar el GP de Arabia Saudí, en el circuito de Jeddah.