Dejando a un lado las carreras de Baréin, Australia y Gran Bretaña, el neerlandés ha estado presente en la ceremonia del podio en los Grandes Premios restantes de este año. En el de Francia, esta racha no solo continuó, sino que obtuvo el mejor resultado posible. Partía desde la segunda posición en la parrilla, compartiendo la primera fila con Charles Leclerc, su máximo rival en la lucha por el título. Desde la salida, Max estuvo combativo, la mayor parte del primer stint estuvo a distancia de DRS, pero la defensa del monegasco fue férrea en todo momento. Sin embargo, esta batalla tan intensa finalizó cuando el primero de los Ferrari se estrelló contra las barreras de la curva 11.
Debido a este suceso, el piloto de Red Bull recibió con los brazos abiertos este regalo, sumó 25 puntos valiosos, su adversario abandonó y la diferencia entre ambos escala hasta los 63 puntos. A pesar de este resultado tan favorable, Verstappen no da por acabada esta lucha, es consciente de que aún falta mucho y está concentrado en seguir haciendo su trabajo.
"Tuvimos un ritmo realmente bueno desde la salida. Al estar siguiendo [a Leclerc], los neumáticos se sobrecalentaron mucho, no pude adelantar, pero me mantuve cerca. Charles ha tenido muy mala suerte, me alegro de que esté bien, podía haber sido una carrera divertida porque los dos coches eran rápidos. A partir de ese momento, me concentré en hacer mi carrera y en cuidar los neumáticos, como el pit lane es tan largo aquí, evitamos hacer otro pit stop. Ha sido un día fantástico, pero hay muchas carreras por delante, la lucha está lejos de que acabe", concluye el piloto en el comunicado post carrera de Red Bull Racing.