Aunque los problemas de fiabilidad hayan dado dolores de cabeza a la escudería austriaca en las primeras sesiones de Miami, las buenas sensaciones iban llegando a medida que avanzaba el fin de semana. En la clasificación, Max Verstappen estuvo luchando por la pole, pero tuvo que conformarse con el tercer puesto en la parrilla debido a un error de pilotaje en su última vuelta lanzada.
A pesar de comenzar por detrás de ambos Ferrari, el vigente campeón del mundo había salido con el cuchillo entre los dientes y, antes de la vuelta 10, ya estaba en cabeza. A partir de ese momento, Max protegió el liderato hasta la bandera a cuadros y se aseguró su tercer triunfo de la temporada.
"Ganar en Estados Unidos siempre es una sensación fantástica. Tuvimos un buen ritmo con el neumático Medio, sin duda, eso ha ayudado a mi carrera. Una vez tuvimos la parada, estuve controlando los tiempos con Charles, creo que estuvimos muy igualados con el neumático Duro. Luego, el coche de seguridad salió, lo cual dio más entretenimiento a los aficionados, tuve que empujar, pero hicimos que funcionara. Estoy súper contento por el equipo porque no tuvimos un gran inicio de fin de semana", finaliza el neerlandés en el comunicado de Red Bull Racing.