En Bélgica se ha demostrado que nada ni nadie puede parar al piloto neerlandés, ni siquiera una penalización que le obliga comenzar desde el decimocuarto puesto en la parrilla. Durante todo el fin de semana, su ritmo había sido vertiginoso y ninguno de sus rivales directos pudo estar a su mismo nivel.
Su remontada había sido sencillamente espectacular, alcanzó la octava plaza al final de la vuelta 1, por lo que fue una pequeña prueba de lo que sucedería más tarde. Solo le hizo falta 12 vueltas para convertirse en el nuevo líder de la carrera, cayó varias posiciones por su pit stop, pero recuperó la primera plaza en la vuelta 18 y nunca más la perdió.
"Este fin de semana ha sido increíble. Fue una primera vuelta frenética, me mantuve alejado de los problemas, muchas cosas pasaron delante de mí y todos estaban intentando mantener su posición. Cuando todo se calmó después del coche de seguridad, elegimos los lugares adecuados para adelantar y pudimos cuidar los neumáticos. Ahora necesitamos seguir trabajando duro y enfocarnos en las siguientes carreras. Sabemos que tenemos que terminar cada carrera, no necesitamos ganarlas todas, pero queremos hacerlo como equipo. Veremos qué podemos hacer en Zandvoort", concluye el piloto de Red Bull en palabras recogidas del comunicado de prensa del equipo.