McLaren ha vuelto a la primera línea de batalla esta temporada con dos pilotos capaces de luchar por todo. Lando Norris y Oscar Piastri compiten en igualdad de condiciones y la tensión interna ha ido creciendo. No hay órdenes de equipo, ni jerarquías. La historia recuerda peligrosamente a 2007, cuando Fernando Alonso y Lewis Hamilton dejaron escapar un Mundial por su rivalidad interna. Y Zak Brown lo sabe.
Desde que arrancó el campeonato, Norris y Piastri han protagonizado varios duelos directos, incluso con algún toque que ya ha costado puntos. McLaren ha dejado claras las normas: libertad para luchar, pero con cabeza. Aun así, los dos están metidos de lleno en la pelea por el campeonato, con tan solo nueve puntos entre ambos. En Woking se mantienen firmes: no se va a favorecer a nadie.
“Sabemos que puede pasar lo de 2007, pero también creemos que es lo correcto. Somos un equipo de dos coches y tratamos a ambos por igual. No queremos perder a uno por priorizar al otro”, ha explicado Brown, que recuerda cómo aquel año McLaren dejó escapar el título por un solo punto frente a Kimi Räikkönen.
La clave, según Brown, está en la madurez de ambos. Piastri ya no es un rookie y ha recortado distancias con un Norris que lleva muchos años en la estructura. McLaren cree que la igualdad entre ellos es ahora más justa que nunca, y que limitarla solo debilitaría al equipo.
La situación es compleja: dos pilotos punteros, sin órdenes, con libertad para luchar y con el título en juego. Brown lo tiene claro: “La comunicación y el respeto que tienen el uno por el otro es lo que lo hace posible. No es un tabú. Lo hablamos. Y estamos listos para lo que venga”.