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Como no podía ser de otra forma, Ferrari celebrará por todo lo alto su Gran Premio número 1.000 en Fórmula 1, siendo además en su circuito de casa: Mugello. Para ello Mick Schumacher estará a los mandos del Ferrari F2004 que pilotara su padre, el siete veces campeón mundial Michael Schumacher, en una exhibición de varias vueltas.
Se trata del monoplaza con el que Michael logró su séptimo título, pero más allá de eso, supuso el cénit de la mítica alianza Schumacher-Brawn-Todt-Byrne, una fuerza imparable a principios del nuevo milenio que dio lugar a la era dorada de Ferrari. El F2004 se considera tan dominante que ni la propia Ferrari era capaz de entender la eficacia de su monoplaza en aquella pretemporada, adaptándose a la normativa de ese año con un conjunto muy compacto en la parte trasera.
De hecho tuvo el honor de estar en el podio en todas las carreras en las que participó menos una: Schumacher logró cinco victorias consecutivas antes de que un accidente con Juan Pablo Montoya le dejase fuera de carrera en Mónaco, pero Rubens Barrichello consiguió ser tercero. El Káiser lograría otras siete victorias consecutivas antes de que Kimi Räikkönen detuviera su racha batiendo a ambos Ferrari en Spa-Francorchamps. Barrichello vencería en Monza y China, Schumacher vencería en Japón y Barrichello acabaría tercero en el final de temporada en Brasil.
En total fueron nada menos que 15 triunfos en 18 carreras ese año, logrando ser tan dominante o más que el F2002 que dos temporadas también había arrasado con su competencia. Ferrari alinearía el F2004 en las dos primeras carreras de 2005 como F2004M, pero no ganó en ninguna de las dos carreras – Barrichello fue segundo en Australia mientras que el podio que se le escapó al coche fue en su aparición final, Malasia 2005.
Ahora el hijo del heptacampeón del mundo podrá volver a subirse al cockpit con el que su padre puso el mundo a sus pies. Ya lo hizo el año pasado con motivo del Gran Premio de Alemania en su circuito de casa, Hockenheim. Ahora lo hará como piloto de Prema y segundo clasificado en la Fórmula 2 tras su victoria en la Feature Race en Monza, el templo de la Scuderia.
Hace unos días se rumoreaba que Schumacher estaría presente en Mugello con algún equipo de Fórmula 1 rodando en los entrenamientos libres – no sería con Ferrari, por lo que o Haas o sobre todo Alfa Romeo hubieran sido las opciones más probables. No obstante, se tratará de una exhibición especial, centrándose el joven germano en la lucha frente a sus rivales en F2 como Callum Ilott, Robert Shwartman, Yuki Tsunoda y Christian Lundgaard, entre otros.
