Adelantado por varios medios británicos, en la misma tarde del martes 6 de mayo se ha hecho oficial la marcha de Oliver Oakes como máximo responsable del equipo Alpine de Fórmula 1. Según las fuentes oficiales, Oakes ha decidido dimitir con efecto inmediato, de manera que Flavio Briatore tomará las riendas del equipo de Enstone, el mismo que dirigió en la era Renault con Fernando Alonso desde principios de la década de los 2000 hasta el destape del escándalo del Crashgate.
La posición de Oakes estaba en duda teniendo en cuenta su relación con Jack Doohan, siendo en esencia el principal valedor del piloto australiano. Un piloto que, desde el primer momento en el que se subió al Alpine, debutando en Abu Dhabi 2024, ha sido puesto en duda por su calidad y su falta de éxitos frente al resto de pilotos que se han graduado de Fórmula 2 a Fórmula 1.
Incluso si en algunas carreras de esta temporada el ritmo de Doohan no ha estado tan lejos del de su compañero Pierre Gasly, lo cierto es que ha tenido actuaciones que han hecho arquear cejas, como el error perfectamente evitable durante el fin de semana en Suzuka o quedar fuera de carrera del Gran Premio de Miami en la primera vuelta. Un piloto que ha estado señalado desde el primer momento con una fecha de caducidad sobre su cabeza, a la espera de relevarlo por Franco Colapinto.
Con la marcha de Oakes, todo parece indicar que Colapinto al fin se subirá al Alpine de cara a la siguiente carrera en Imola. Por un lado, se cumplen los avisos de que Doohan solo estaría en las primeras carreras de la temporada - ahora bien, de subirse el piloto argentino, habrá que ver si es capaz de funcionar tan bien en el Alpine ya empezada la temporada como ocurrió durante 2024 con el Williams en el asiento previamente ocupado por Logan Sargeant.