Red Bull ha admitido que su monoplaza para la temporada 2024, el RB20, no está respondiendo como esperaban, lo que ha generado preocupaciones dentro del equipo. A pesar de seguir siendo competitivos, los problemas con el equilibrio del coche han dificultado la tarea de maximizar su rendimiento en pista.
El director técnico de Red Bull, Pierre Waché, explicó que han detectado inconsistencias en el comportamiento del coche que complican la puesta a punto. "El coche no responde como queríamos en ciertos momentos y eso afecta el rendimiento general. Estamos analizando diferentes áreas para entender la causa y encontrar soluciones", señaló.
Max Verstappen, actual campeón del mundo, también ha reconocido que la conducción del RB20 es más complicada de lo esperado, especialmente en ciertas condiciones de pista. A pesar de ello, el neerlandés ha logrado mantenerse en la lucha por las victorias, aunque con una sensación menos dominante que en la temporada pasada.
Por su parte, Sergio Pérez ha experimentado altibajos con el coche, algo que ya se vio en 2023, pero que parece haberse acentuado este año. El mexicano ha destacado que encontrar la configuración ideal está siendo un desafío, especialmente en circuitos con curvas de media y alta velocidad.
El equipo trabaja intensamente en la fábrica para solucionar estos problemas antes de que otras escuderías puedan aprovechar la situación. Con Ferrari y McLaren cada vez más cerca en rendimiento, Red Bull no puede permitirse perder terreno en la batalla por el campeonato.
A pesar de estos contratiempos, la escudería confía en su capacidad para corregir las deficiencias del RB20 y seguir compitiendo al más alto nivel. Waché aseguró que se implementarán mejoras en las próximas carreras y que el equipo está comprometido en recuperar la estabilidad y el dominio que han mostrado en años recientes.