El fabricante francés Renault ha anunciado su decisión de detener la producción de unidades de potencia para la Fórmula 1 al finalizar la temporada 2025. A partir de entonces, la empresa redirigirá sus esfuerzos hacia otras áreas del automovilismo, transformando su fábrica de Viry-Châtillon en un centro de ingeniería dedicado a nuevas tecnologías.
"Las actividades de Fórmula 1 en Viry continuarán hasta finales de 2025, excluyendo el desarrollo de un nuevo motor", explicaron en un comunicado. Esta reestructuración implicará la reasignación de recursos y la incorporación de los empleados actuales al proyecto Hypertech Alpine, una iniciativa clave para el desarrollo de la futura gama de vehículos Renault y Alpine.
Viry-Châtillon se centrará en nuevos proyectos, como el desarrollo de un Supercar y tecnologías de propulsión eléctrica, así como el trabajo en baterías. El centro también seguirá colaborando en categorías como el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), la Fórmula E y el Rally-Raid. Aunque Renault abandona la fabricación de motores de F1, creará una unidad de seguimiento para permanecer conectados con la evolución tecnológica de la categoría.
Esta decisión ha generado preocupación entre los empleados de Viry, que consideran injusta la medida a pesar de que se les ha garantizado un puesto en Hypertech Alpine. El director general de Renault, Luca de Meo, en colaboración con el asesor Flavio Briatore, ha revisado la estrategia, sugiriendo que el equipo podría optar por unirse a Mercedes para asegurar un motor competitivo en el futuro.
Oliver Oakes, director del equipo, reconoció las inquietudes del personal, pero subrayó que lo más importante es garantizar que el coche tenga el mejor motor disponible para 2026, algo que la alianza con Mercedes podría ofrecer.